Clan de Lobos [BkDk]

Inoportuno

Todos los presentes miraban consternados la cima de la torre de homenaje en el jardín del castillo, no estaban entendiendo del todo la situación luego de aquella orden directa de la carcelera y el ministro, ¿Por qué alguien desobedecería a tal grado de llevar consigo a la víctima? Desde el profundo ángulo no lograban apreciar al culpable, a excepción de Aizawa, quien ya asumía quien desbordó todo aquello, al igual que Toga que luego de avisarle a Tomura lo ocurrido le dio la orden de desviar atenciones puesto que tomaría riendas directas del asunto.

Izuku continuaba distante de los llamados de sus compañeros observando en duda aquella escena frente al amanecer.

—¡¿Qué cree que está haciendo ese idiota?! —Mascullo entre dientes Hitoshi dando unos pasos al frente.

—¿Es él Midoriya? ¿Aquel a quién buscabas? —Reprochó Mirio sorprendido. —Pero... ¿qué está pasando? ¿Hizo algo inadecuado?

Los dedos de Izuku temblaban de solo intentar cerar sus manos en puños, al igual que sus labios para responder sin apartar la mirada del objetivo.

—No... —susurró con pesar. —Algo no está bien —dijo llamando la atención de ambos a cada lado.

—¿Eh?

Después de todas las amenazas que le escuchó repudiar hacia la castaña, una y otra vez, declarando que la mataría si la viera de nuevo, Bakugou era alguien que decaía si mancillaban un poco su orgullo...Y Ochako lo había hecho en aquel enfrentamiento, sin embargo, algo dentro de Izuku le reclamaba que no era así, a pesar de esa imagen que difícilmente le desmentiría, todo lo estaban malinterpretando.

—Kacchan no hizo esto... —mencionó para que sus acompañantes miraran los guardias rodeando debajo la torre, el incendio dentro del castillo que se desglosaba desde las ventanas quebradas, algo no encajaba.

Shinsou agudizó su mirada al peliverde chasqueando la lengua, no entendía cómo podía asegurarlo, después de todo Katsuki siempre logró ser muy impulsivo, todo ese cuadro en la plazuela era el indicado para él desde su perspectiva.

—Oigan, ¿dónde están sus compañeros? —Cuestionó Togata mirando a su espalda —hablo del bicolor y el de cabello oscuro...

—¿Huh? —Midoriya descendió sus hombros al escuchar aquello y darse cuenta que sólo ellos tres estaban en el arco de entrada. —¡¿Eh?! Todoroki-kun y Tokoyami-kun... ¿Dónde están? —Shinsou permaneció callado y redirigió sus ojos purpura hacia la construcción donde todos tenían su vista.

Encima de la torre de homenaje la mano de Bakugou estaba teniendo una severa hemorragia por sostener el filo en piel desnuda, procurando empujar la espada y sacarla de su cuerpo.

—Que miedo —reprochó divertido Tomura a su espalda —aunque estés atravesado y agónico tienes una voluntad de vivir fuera de lo normal, ya veo porque Dabi está tan interesado en ti. No pareces humano.

—¡Gh...! —Masculló con pesadez Katsuki con el cuerpo tenso en su misma posición —pedazo de basura... ¡¿Cómo te atreviste?!

Shigaraki sonrió retorcidamente al notar ese rostro entorpecido por el dolor y la furia que tenía el rubio, segundos después miró disimulado hacia abajo, a los jardines notando toda la audiencia que observaba la obra con horror, aunque abrió su mirada tras notar una presencia poco común en el lugar, rió entre dientes, que prontamente se intensificó a tales carcajadas agudas dejando confundido a Bakugou por ese cambio de actitud.

—Realmente nunca fueron necesarios —una gota de sudor resbaló por la sien de Katsuki escuchándolo mientras continuaba forcejeando —el pequeño heredero regresó por sí mismo a su tumba.