Eras tan real

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No podía ser verdad, ¡imposible! ¿Qué se supone que ocurría en ese momento? No tenía ni la más remota idea de donde había deparado una vez que pasó ese portal que All Might había activado con su energía restante.

Ahora solo podía contemplar a un joven de cabellos verde oscuro observarle con una reacción no muy diferente de la suya ante esa figura reconocible.

Independiente de toda esa mescolanza de dudas, era que lo tenía frente a él una vez más, a Izuku, luego de que hace semanas muriera.

En forma de un veloz reflejo Katsuki se dirigió hacia el menor, no importaba nada por ahora, sólo que por fin nuevamente lo tenía frente a él. Lo tomó del rostro analizándolo sumado en una felicidad que estaba al límite de estallar de por fin tener el tacto cálido de su piel entre sus palmas, esas finas constelaciones de pecas debajo de aquellos orbes esmeraldas que observaban confundido al tiempo que asustado por la repentina cercanía.

—¡Eh! ¡E-espera! —Balbuceó asustado mientras era sujetado del rostro llevando sus manos encima de las otras para así apartarlas.

—Deku... ¡Deku tú...! —Luego de un par de segundos el mirar de Katsuki relajó con un toque decepcionado. —No... tú no lo eres, tú no eres mi Deku...

A pesar de mantener una similitud descarada, su aroma, su voz, había algo diferente al Izuku Midoriya que el recordaba de su tierra. La esencia tenía un toque poco reconocible.

Al escuchar los susurros decaídos del rubio, el joven parpadeó sorprendido de ese mote que solo una persona le había dicho toda la vida.

Aun así nada de ello tuvo relevancia, lo tenía frente a él una vez más, si lo fuese o no, era su oportunidad de sentirlo nuevamente, motivo del cual Bakugou descendió sus brazos rodeando al joven y así llevarlo hacia su torso con un suspiro desganado exhalado de sus labios.

Izuku permaneció quieto y bastante confundido de lo que ocurría, no obstante eso no evitó que un ligero sonrojo acudiera a sus mejillas al ser llevado al pecho del otro el cual emanaba una melancolía radical.

—¿Qué clase de broma es esta? —Musitó Izuku permaneciendo en los brazos del otro —Kacchan...él nunca haría algo así —el ser mencionado ese nombre por la voz de Izuku le hizo recorrer un escalofrío. —¿Quién eres?

Eso le hizo entender varias cosas al lobo, entre ellas que no se trataba del mundo de dónde provenía, no estaba seguro de dar información de todo a ese pequeño pero...

—Luces tan triste de verme... ¿Acaso ya nos habíamos conocido?

Bakugou sobresaltó de lo escuchado, motivo del cual separó a Izuku de sí empujándolo de los hombros con cuidado.

—En otra vida probablemente —respondió más tranquilo de sus conclusiones.

—¡Uwaaah! ¡Tus heridas... Ya no están! —Exclamó sorprendido de notar que todos los raspones abiertos que poseía el rubio habían desaparecido dejando una nítida piel en sus brazos y rostro, al cual llevó una de sus manos a tantear propiciando que Katsuki cerrara un ojo por el tacto cercano —que kosei más asombroso tienes —inmediatamente al darse cuenta de lo que había hecho retiró su mano bastante apenado girando hacia otro lado —¡Lo siento no fue apropósito!

Bakugou nuevamente abrió su mirar carmesí dirigido a observar la reacción avergonzada de Midoriya, lo cual le parecía mínimo y sin necesidad de respingar, sin embargo para el otro había considerado sobrepasar su espacio personal sin autorización.

Esto conllevó a que arqueara una sonrisa recordando las primeras interacciones que había tenido con ese torpe mensajero de Goa cuando lo conoció y curó sus heridas con hierbas medicinales.

Clan de Lobos [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora