Clan de Lobos [BkDk]

Fuego invasivo

Las explosiones resurgían entre los escombros que volaban uno tras otro, la atmosfera era insoportable para aquellos inocentes que apenas iban a reconciliar el sueño o despertaban de estos en sus camas.

Huían despavoridos saliendo de sus hogares con infantes en brazos, era horrorosa aquella situación que agobiaba a los pueblerinos de Goa.

Shigaraki observaba dichoso la escena a sus ojos sentado sobre un tejado lejos de la situación, acompañado de uno de sus cómplices. Reía dichoso y desequilibrado cada vez que oía los gritos temerosos a lo lejos.

—¡Se oye muy bien! ¡Muy bien! —Condujo en carcajadas que ocultó bajo la palma de su mano a su rostro. —Hermosos fuegos artificiales por cierto.

Su acompañante, Kurogiri observaba en brazos cruzados dudoso de lo mencionado.

—¿Estás seguro de esto? ¿O es que simplemente te rendiste y quieres destruirlo?

La sonrisa burlesca de Tomura se apagó ante lo dicho, redirigió su mirada despreciable y desinteresada hacia el sujeto de traje.

—No me arruines esto, si bien el reino caerá en crisis, ¿Quién crees que tomará rienda del asunto para resurgirlo? —Espetó divertido señalándose con el pulgar —ahí mismo tomaré la confianza que me hace falta de estos imbéciles, no tendrá más opción que ceder el trono.

—Ya veo, así que quieres reaparecer como el héroe de Goa —suspiró comenzando a entender sus intenciones certeras, Shigaraki en cambió frunció el ceño apretando los dientes disgusto de esa comparación.

—No pretendo ser el estúpido rey altruista con aire de héroe que fue el muerto de Yagi —declaró colérico de sólo imaginarlo —convertiré a Goa en una anarquía dirigida por artillería y miedo —sonrió por debajo volviendo a ver a la dirección donde las llamas se avivaban. —Ve a hacer algo también, no te quedes fuera de la diversión —invitó a Kurogiri.

—Yo solo quería a Yagi Toshinori muerto, Goa no me compete lo que le pase, pero si eso te complace... entonces adelante. 

Los techos de las casas eran pulverizados por la pólvora en cañones que eran dirigidos por un par de sujetos, uno de ellos se veía aburrido por el hecho de solo cometer el caos con armas.

—Moonfish, me estoy hartando de esto —dijo entre bostezos el rubio vigoroso pensando en lo dicho. —¿Y por qué mierda tengo que llamarte así?

El hombre que reaccionó a ese llamado estaba cubierto completamente desde los hombros a su cabeza exceptuando su boca por una piel de cuero oscura rebosada en puas, complejo aire de verdugo. Descendió su mano de la polea que dirigía la exuberante arma,  giró su rostro con fastidio hacia el rubio.

—Necesitamos nombres clave para esto, Muscular —burló fastidiado —menudo nombre mierda quisiste para esto —complementó cabreado volviendo a su tarea del bombardeo.

—¿Puedo ir a partir un par de cuellos por ahí entonces? —Reinterpretó sus palabras mientras tronaba sus nudillos como calentamiento.

—Haz lo que quieras —bufó desinteresado señalando a más casas con la artillería.

Las personas salían despavoridos sin valor de enfrentar a esos sujetos que se veían bastantes peligrosos, intentar apagar el fuego era una apuesta complicada también ya que los disparos no cesaban.

Los gritos agónicos y el llanto nacían de cada rincón sin saber que hacer más que ir hacia las afueras del reino, los caminos se bloqueaban por las estructuras que caían impidiendo la huida.

Dentro del castillo, a través de una de las ventanas observaba con horror las luces de las llamaradas que se veían distantes, sus manos se dejaron caer frente a la mesita.