Clan de Lobos [BkDk]

Sueño despierto

El día había pasado prontamente, la hora en que los inquilinos de los dormitorios volvían de sus clases se encontraba en ese momento. Tomando un refrigerio, estirándose o mencionando cosas que habían transcurrido en su día.

Izuku no podía evitar sentir que ellos habían avanzado enormemente y él se había quedado estancado ante su suspensión de 3 días, algo que medianamente le frustraba. A Katsuki le era una ambientación diferente escuchar a los demás y solo ostentaba a refunfuñar por las quejas de Mineta referente a su estilo "pobre" de limpieza cruzando sus dedos por regiones que aun perduraba algunos telones de polvadera, el rubio solo restregaba que esa parte se supone que su compañero correspondía a limpiarla.

Todo lo que pasó antes parecía una fantasía en ilusión, de no ser por alguien que observaba en duda hacia todos lados llamó la atención de la mayoría.

—¿Ocurre algo Aoyama-kun? —cuestionó Iida con su singular forma de mover sus brazos hacia la dirección en la que los ojos azules de rubio miraban una y otra vez.

—Es solo qué... Midoriya, ¿qué pasó con las margaritas que había puesto aquí en la mañana?

El peliverde reaccionó con una mueca en sus labios disgusto de responder, pero no tenía caso llevar a ocultar ese error.

—Rompí el jarrón —respondió de inmediato Bakugou recargandose a la pared a su espalda.

—¡¿Ehh?! No puede ser... ¿por qué? —Reclamó con una extravagante exasperación Aoyama mientras se arrodillaba sosteniendose con sus manos al suelo en desconsuelo.

—Lo siento, también fue mi culpa —complementó Izuku taciturno.

—Acaso... ¿se volvieron a pelear? —Preguntó Kirishima aproximandose a Bakugou.

—Algo así... —rodó sus ojos el rubio al tiempo que cruzaba sus brazos sin apego de dar detalles.

—Es que ustedes no tienen remedio, si Aizawa-sensei se llega a enterar les irá aun peor —recriminó Hagakure.

—Tranquilo Aoyama, en nuestro día libre vayamos a buscar un jarrón más bonito para lucir aquí —animó Ashido inclinandose para palmear la espalda del decaído chico.

—Te lo voy a renumerar, así que deja el drama —comentó exasperado Katsuki ante la culpa que dirigían la mayoría de las miradas de por ahí.

Izuku observó afligido como Katsuki se retiraba del lugar para probablemente volver a su alcoba y encerrarse. Quizás esté molesto por la retirada del otro Katsuki, que con una jugarreta se había ido de los dormitorios excusando que el tenía más libertad que cualquiera para ir a donde sea, sobretodo con ese par que estaba bajo detención sin autoridad de ni siquiera salir a las áreas comunes fuera de ese edificio.

El joven peliverde solo esperaba que no llegase a meterse en problemas saliendo así por Yuei con una situación tan complicada como la que se estaba viviendo.

Mientras tanto, desde el área Ground Beta donde se había encontrado aquella pelea ayer, estaba Katsuki encima de una de las edificaciones más alta acostado tomando como apoyo sus manos tras su nuca mirando el cielo.

Aun permanecía con la incertidumbre de que debería hacer, pero si era el asunto central con Deku entonces debía estar pegado a él y tener la oportunidad, si bien, le encantaba esa idea que tenía en mente no estaba en condición de poder empeñarla, después de todo debía estar con un perfil bajo en ese entorno no solo por él, sino por su contraparte quien podría tener más de un problema si se llegaran a enterar de alguna especie de entidad como la suya.

En todo caso, su oportunidad podría dar cuando estén solos, ya sea en la noche o en la mañana cuando la mayoría iba a tomar sus cursos de héroes. Exhaló profundo cerrando sus ojos con sutileza de que podría hacer en ese tiempo perdido el resto del día en un sitio tan vigilado como era U.A.