Entre la espada y el borde

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Uraraka salió del cuarto nerviosa huyendo hacia el lado contrario de donde provenían los guardias, su andar aún se consideraba torpe debido a sus heridas, a pesar de ello conservaba suficiente energía para apoyar a Katsuki.

—Bakugou-kun, por aquí —comentó entre susurros deteniéndose al ver que el chico permanecía en su misma posición con un semblante molesto.

—¿Hah? ¿Acaso esperas que huya como un completo cobarde? —resopló fastidiado. —¿Tienes idea de con quién estás hablando?

La chica reacomodó el carcaj a su espalda, sus ojos reflejaban ansiedad por la paciencia y sutilidad en que tomaba la situación Bakugou, regresó un par de pasos para tomarle de la capa y jalarlo a que comenzara a moverse desde su sitio.

—¡Por favor! ¿Me habías pedido indicaciones para salir de aquí, no? Confía en mí —suplicó mirando hacia el frente.

Katsuki chasqueó su lengua para arrebatar sin cuidado el agarre de Ochako y así comenzó a seguirle el paso.

—Que quede claro que no me estás dando órdenes, arquera de mierda —resopló alcanzando el paso de la chica —mi deuda ya fue saldada contigo y un simple "ouch" no me hará regresar a querer salvarte. Así que ten cuidado.

Manifestó a regañadientes siguiendo el trayecto del pasillo, Uraraka resopló resignada rodando sus ojos.

—La salida más cercana sería la puerta principal y tomar por el camino de ronda para saltar al foso del río que limita a la ciudadela antes de que estemos completamente rodeados es lo mejor —comentó la chica decidida a su ruta de escape, Katsuki le observó de reojo escuchando indicaciones. 

—Lo mejor será ir camino recto por el patio de armas hacia una de las torre de vigilancia, ¿tienen uno de esos no? —Dijo recordando algunas partes que conocía de las estructuras por algunos libros.

Ochako parpadeó consternada ante lo dicho.

—No, es muy riesgoso, estaríamos expuestos a una lluvia de flechas desde las torres y por si fuera poco ese campo a estas hora estás repleta de caballeros en entrenamiento —Katsuki apretó los dientes a la respuesta, la chica le estaba complicando las cosas, todo sería mejor si simplemente acabara con cada persona que se interpusiera en su camino.

De manera pronto al llegar a la sala central una decena de guardias estaban frente a la puerta de salida mientras desde otras rutas más a pasillos estaba plagada de servidumbre del castillo que miraban con temor al rubio en el medio de la gran habitación con Ochako a un lado.

Katsuki frunció el entrecejo con disposición de ir hacia los guardias que bloqueaban la salida aunque fue interrumpido por el brazo derecho de Ochako que se puso un paso delante de él.

—¿Pretendes quedarte observando cómo se tiran a atacar? —Reclamó teniendo en su vista como los caballeros desenvainan sus armas.

—No mates a nadie, por favor —musitó, poco después apoyó su peso en una de sus rodillas al suelo, tomó el arco en su mano y una flecha, qué procuró tomar con su mano izquierda sin embargo su mano hormigueaba ante la herida, su tratamiento no había sido muy efectivo a su hombro destrozado, estaba más lesionada de lo que recordaba incluyendo las sesiones de tortura de anoche.

No tuvo remedió así que agarró el mango con su mano que correspondía sus órdenes y la cuerda más la pluma de la cola de la flecha entre sus dientes apuntando hacia los guardias, disparando hacia puntos donde podría inmovilizarlos, ya sea en los hombros o los muslos, se lastimaba los labios con cada disparo que hacía. Más lento de lo usual por solo contar con uno de sus brazos como apoyo, el movimiento violento provocado en su cuello para estirar la cuerda rasgaba más su herida.

Clan de Lobos [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora