Clan de Lobos [BkDk]

Digno rey

La mirada preocupante y con una discreta intimidación invadía a los tres jóvenes frente al tranquilo sujeto que no apartaba sus ojos de la niña que yacía a unos metros frente a él. El temor era tan atroz que Eri no reaccionaba al tanteo a uno de sus hombros por Shouto, paralizada y con horror por solo ver una vez más a aquel hombre.

Fue en ese momento que el bicolor se cuestionaba que fue lo que había propiciado aquella reacción en la pequeña, lucía con un colapso mental que no le hacía responder ni siquiera su llamado mediante susurros.

No tuvo más remedio que mirar por el rabillo del ojo las alternativas que tenía en el bastión central de aquel castillo en ruinas.

—Kaminari... ¡Kaminari! —Llamó entre murmullos hasta por fin ser correspondido por la atención del rubio —necesitamos encontrar a Bakugou y retirarnos de estas tierras ya.

Denki tensó sus hombros debido a la tonalidad de voz temblorosa que buscaba conservar la calma en Shouto, no recordaba haber presenciado alguna vez esa parte de él. Debía ser bastante grave como para reaccionar así; no lo culpaba, se trataba de un dragón omnipotente oculto en esa transformación humana.

Frunció el ceño vislumbrándose a la idea que tenía su anterior líder.

—Quieres que me haga cargo de eso, ¿no? —Tragó hondo a consecuencia de la responsiva que recaía ahora en él —sólo tengan cuidado.

El pequeño movimiento preparándose para marchar era tan cauteloso en cuidado de cualquier extraña acción por el azabache frente a ellos. Yaoyorozu comprendió esa terrible idea de separarlos, nunca le había gustado que dispersasen por cualquier motivo pero ya sea por el entorno donde se encontraban, ahora era lo mejor.

La chica movió suavemente su mano hasta encaminarla dentro de la manta que le acobijaba, tomó uno botella de cristal que yacía colgando en su cinturón. Estaba indecisa de lo que transcurría una vez que lo accionase, pero tomarlo desprevenido y poder huir era la alternativa más confiable.

Sacó el frasco en manos cerrando sus ojos, no tuvo tiempo siquiera de abrirla, debía ser fugaz con lo que haría por lo que solo la arrojó hacia el frente fragmentando el cristal y liberando el espeso líquido de color azul eléctrico que estaba dentro, un gas comenzó a dispersarse en el bastión.

—¡Ahora! —Exclamó Momo cubriendo parte de su rostro con el antebrazo, ella sabía más que nadie lo corrosivo que podía ser ese gas.

Todoroki levantó en brazos a la pequeña y con paso rápido huyó hacia uno de los pasillos laterales siendo seguido por Yaoyorozu, en cambio Kaminari tomó el otro extremo recordando que la niña había mencionado que Bakugou había residido en celdas, debía encontrar los caminos que dirigían al sitio.

Por otro lado Chisaki levantó de su lugar retrocediendo un par de saltos en los escalones evitando ese dudoso gas, observó con detenimiento hacia el sitio donde cayó el líquido y parte de la alfombra había sido carcomida por la botella con el caustico. Observó con el rabillo del ojo como el rubio separaba de los otros en diferente dirección, poca relevancia le daría en estos momentos, su objetivo era la niña en primer lugar.

—Huyendo como ratones, que divertido —burló dando un salto desde uno de los barandales hacia una de las esquinas de la sala donde el gas no había invadido aun.

Ajustó el saco que llevaba como atuendo de una forma elegante para después disponerse a seguir al par que iba con la niña.

Varios pasos adelantados entre los pasillos que daban un laberintico ambiente a ese dúo ya que nunca habían estado ahí, continuaban corriendo mientras idealizaban un plan.

—¿Pero cuál es su objetivo? ¿Qué quiere con Eri-chan? —Reclamó Momo angustiada.

—No lo sabemos y dudo mucho obtener respuestas en estos momentos —respondió contemplando a la pequeña ocultando su rostro en su pecho —ella sólo nos había dicho que fue separada de su hogar hace un año y curiosamente Midoriya la encontró cuando aquel sujeto estaba también en Goa.