Clan de Lobos [BkDk]

Agónico

La mirada turbada entre Tamaki y Nejire, contemplaban con susurros temblorosos queriendo llamar al rey inmóvil sobre sus cuerpos. Los ojos nublados en lágrimas que amenazaban por desbordar en las mejillas de la chica no tardaron en presentarse.

—Se...señor... ¿Señor Aizawa? —Llamaba una y otra vez esperanzada, agitando desde el hombro al mayor que respondiera —¡¡Rey Aizawa!!

Mencionaba con voz quebrada por el miedo de imaginar lo peor en el soberano, no podía creer que el hombre se hubiera interpuesto para proteger a los que se supone que debían hacerlo con él.

Tamaki ladeó su cuerpo para salir debajo de Aizawa e intentar reincorporarse sentándose en el césped, rozó las yemas de sus dedos por su rostro para limpiar el rastro de sangre ajeno furtivamente, en seguida mordió su labio por mirar el estado del rey. Se sintió inútil de no haber logrado su objetivo principal.

La chica comenzó a sollozar por ese lapso de tiempo en que no tenía respuesta.

—Levántate Nejire... —exclamó el azabache mientras procuraba ponerse de pie de forma torpe por las lesiones que había obtenido —...Esto no ha terminado...

Tras escucharlo la arquera asintió intentado controlar sus estribos, tomó asiento en el césped para reacomodar al hombre en brazos cubierto de sangre.

Las palabras salir del joven espadachín sólo propiciaron que Stain riera por lo bajo, después de todo había apartado las armas de ambas personas en medio del combate dándoles un punto vulnerable donde iba a rematarlos, sin embargo nadie esperó que el mismo monarca que era el objetivo de la disputa se interpusiera en medio blanco, dando origen del punto donde estaban.

—En efecto, están siendo muy escandalosos —resopló luego de culminar su risa y aproximarse para nuevamente atacar, esta vez esperaba no fallar.

Entre los árboles del borde del foso que rodeaba las murallas del castillo continuaba Kyouka recostada, su mano encima de su frente donde había recibido una cortada por la emboscada que tuvieron de ese hombre delgado, intentaba contener la hemorragia que bañaba su parpado hasta descender a su mejilla.

La razón por la que habían llegado a ese lugar había sido por culpa de ella, Jirou sólo hacía la misión por la que dejó el clan siguiendo la sugerencia de Eijirou y Denki, aunque ahora dirigía a humanos...Cosas extrañas del destino. Ella lo había asegurado, escuchaba las voces de Todoroki y Tokoyami por el entorno, asumiendo que Bakugou estaba con ellos, ahora sólo habían encontrado a ese tipo de bizarra expresión que tenía como meta aniquilar a Aizawa.

Jirou trataba de idear algo o incluso mentalizarse en atacar para defender a ambos chicos del filo que les apuntaba hacia sus gargantas.

—¡¿Qué está ocurriendo afuera?!

Una voz ajena los alertó a todos, era un caballero asomándose por el camino de ronda a través de las murallas, haciendo que otros más giraran a donde señalaba.

—¿No es el rey de Erbarn el qué está ahí? ¡Se ve herido!

—Bajen a investigar de inmediato.

La mirada agónica por la idea emergió en Stain que retrocedió con un par de saltos, exhalando profundamente aire de la tediosa propuesta de los caballeros de Goa.

—Comprometerme en esto reino no es cosa que quiero —masculló entre dientes molesto por el cambio de planes repentino. —El legado del señor Yagi prevalece.

Stain guardó su sable a su espalda y así huir del ambiente que había creado, dejando así a las personas malheridas en el lugar. Jirou logró apreciarlo con mejor detenimiento con el único ojo que podía y verle cruzar a un par de metros a su lado, con el ceño fruncido ante la frustración se redirigió hacia el par que estaba al borde del foso agitando con delicadeza desde los hombros a Aizawa buscando que despertara.