El viaje había dado inicio, en busca de esas nuevas tierras llenas de riqueza a lo desconocido y embellecidas de aventura. En aquellos momentos Midoriya Izuku tenía dos objetivos priorizados respecto a su viaje, la primera era devolver a la pequeña Eri a su hogar, el sitio donde al parecer los dragones gobernaban, y la segunda, aprovechar su camino hacia el reino muerto de Kinluh en busca de información respecto a la extinta familia real de los Todoroki. Una misión reservada para sí mismo, lo notó al momento de comenzar los planes del viaje en la expresión de Shouto, deseaba ir a saber más sobre su madre, cosa impedida por su nuevo cargo como un monarca del reino.
El camino saliendo de la ciudadela había sido tranquilo con ellos tres, con comentarios sugestibles de comprar a los mercaders, ya iban con suficiente equipaje y alimentos pero el acoso entre los vendedores era demasiado.
Terminando comprando tres pastelillos de fresa para cada uno decepcionados por ceder tan fácil a un sujeto, quien más le disfrutaba era la pequeña que con los ojos llenos de brillo degustaba el postre como si fuera la primera vez que probaba algo como eso, propiciando una sonrisa satisfecha entre Mirio e Izuku por la reacción de la infante, había valido la pena.
Llegando a la entrada norte de la ciudad, en el pueblo de los límites donde el bosque se ponía denso, esperaban que el otro más que iría al viaje estuviera en el inicio del camino, Izuku divisó de inmediato que efectivamente residía en el punto acordado. Había sido tan puntual como lo imaginaba.
—¡Ahí está Kacchan...! ¿Huh? —Pausó en seguida al percibir otras personas más a un lado de él.
—¿Oh? Pensé que era sólo él pero hay otros —reiteró Togata llevando su mano a su frente para cubrir el sol y así observar mejor.
Eri ignoraba los comentarios puesto que continuaba comiendo otro pastelillo que Mirio había cedido, el que se suponía que era para él, pero al notar el encanto de la niña a comerlos lo entregó sin dudar.
Debajo del inicio de la arboleda se encontraba en efecto Bakugou recargado de brazos cruzados, Kaminari y Kirishima reposaban ambos sentados en el césped mirando con detenimiento como se acercaban los otros, además de Uraraka que estaba a unos metros de ellos acompañaba de Asui.
Eran más de lo acordado pero todo eso se olvidó al ver a la castaña en buen estado por parte de Izuku, no sabía con detenimiento su paradero o su estado cuando se suponía que iba a ser ejecutada, únicamente noticias vagas fueron las respuestas.
—¡Uraraka-san! —Llamó exaltado con alivio acelerando su paso con torpeza.
Su nombrado le hizo interrumpir la charla que tenía con la otra chica de ojos grandes propiciando que alzara su rostro hacia donde le llamaban. Con emoción Ochako dirigió a abrazarlo con dificultad por los residuos de sus lesiones en el hombro.
—Izuku-kun —respondió esbozando una sonrisa. —Bakugou-kun me dijo que ya podías caminar pero... ¿De verdad estás bien?
—¿Si yo estoy bien? ¡Tú...! —Refirió apretando su mandíbula por callar de inmediato mientras separaba un poco inspeccionandola. —El juicio había sido manipulado por Shigaraki y no pude hacer nada...
La mirada de autodesprecio que se dio el chico había sido espontanea, Uraraka en busca de apaciguar eso dio pequeñas palmaditas en la cabeza de él para llamar su atención.
—Eso ya no importa, desistí de quedarme en Goa.
—Ibara-san había mencionado algo respecto a llevarte a Eilein, entonces...
Uraraka asintió energética señalándose con su índice.
—Aunque por ahora los acompañaré a Kinluh, deberán necesitar ayuda para eso.
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Clan de Lobos [BkDk]
FanfictionUna época de fantasía donde el mundo es regido por reinos, entre ellos Goa, un prospero sitio liderado por Yagi Toshinori, el cual recientemente ha caído enfermo en cama. Uno de sus servidores que en este caso es el mensajero entre reinos es Izuku M...