Nuevo sol

12.8K 1.5K 1.5K
                                        

Estaba distante, aun no comprendía del todo lo que estaba pasando, parpadeó procurando despertar con mejor entendimiento de su entorno.

Toga separó sus labios de él con una sonrisa triunfante y divertida, le fascinaba ver ese estado del chico tan desorientado y adolorido; el cuchillo en mano clavó hacia la piel del cuello rozando el punzante filo y así, propiciarle una pequeña comisura en la que brotaba una gota de sangre que descendía en un fino hilo.

—Hasta otra —despidió entrecerrando sus ojos en una abierta sonrisa.

Las centellantes palabras fueron cortas para lo que habría de ocurrir, ya que su misión fue frustrada al instante, Toga fue interceptada por un impacto a su brazo haciéndola caer a un lado de la cama por la sorpresa, un grito ahogado emergió de su garganta al darse cuenta que tenía incrustada una flecha al brazo, gimiendo del dolor no dudó en sacar la punta de la flecha con su mano izquierda mientras se arrastraba en el suelo a dirección a dónde había soltado su arma blanca.

Su objetivo fue inalcanzable una vez que vio un pie posicionándose sobre el cuchillo, su mano temblorosa se dirigió hacia su herida mientras alzaba la vista en busca de quien más estaba en la habitación.

—¿Pretendías matar a Midoriya? —Masculló Todoroki agachándose a recoger el arma debajo de la suela de su calzado.

Himiko apretó su mandíbula, la mirada serena en el bicolor la sacaba de quicio, además de preguntarse cómo se las había ingeniado para entrar en la habitación si ella misma había asegurado la puerta. Inspeccionó rápidamente al chico para darse cuenta que estaba desarmado también, ella estaba confundida.

—¡¿Quién lo hizo?! —Bramó irritada apretando su mano a la hemorragia del brazo. Shouto en silencio solo giró de reojo hacia la ventana. —¿Acaso entraste por ahí? Es la segunda planta...¡¿Cómo?!

—Ibara me lo dijo —respondió a secas caminando hacia la puerta para liberarla del seguro y así abrirla, aunque lo pensó mejor por momentos y en vez de eso solo la pateó para desarmarla del engranaje y cayera.

La rubia se sentó en el suelo con una gota de sudor resbalar su sien con el ceño fruncido, la fuerza de ese individuo no era normal, además que entró Iida seguido con por un par de guardias también haciendo compañía.

El ministro miró pusilánime la escena para encarar a la chica en el suelo.

—Entonces tenía razón —suspiró con decepción —Himiko Toga realmente quería asesinarlo.

—Aquí está la muestra —Shouto cedió el arma de Toga a manos del ministro. — Al parecer hay suficientes traidores por aquí.

—Juzgando incorrectamente... Que deshonra más grande para el sistema del reino —arremetió desdeñoso llevando la palma de su mano a su frente. —Arréstenla —ordenó a los caballeros que acercaron a la chica de molotes en el piso.

—Está herida —llamó uno de los guardias levantando de forma firme pero con sutileza ante la lesión —¿Una flecha? —Observó lo mencionado en el suelo con sangre.

Iida tragó hondo a la noticia, ajustó sus gafas para luego señalar la salida.

—Denle primeros auxilios y encarcélenla por el momento.

—¡Sí! —Obedecieron ambas personas llevándose a la mujer.

Todoroki resopló de brazos cruzados cerrando sus ojos por breves instantes, había sido buena idea hacerles creer que entró derrumbando la puerta que desde una ventana a considerable altura. Más tarde se disculparía por el daño que hizo a la mobiliaria, aunque su pensamiento fue interrumpido por un llamado.

Clan de Lobos [BkDk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora