Clan de Lobos [BkDk]

El verdadero legado de Deku

Después de ese trágico incidente de hace un mes en Gaia los reinos estaban distantes por el luto que se manejaba, hubo pérdidas relevantes de caballeros y personas que se conservaban en el sitio ajeno, al igual que uno de los cuatro reyes que se conservaban en el continente. Por ahora se estipulaba un nuevo sucesor, o en este caso sucesora.

La siguiente persona que lideraría Eilein se trataba de su hija, Ibara Shiozaki, la cual semanas atrás había tomado la corona como reina de las costas sureñas de ese imperio imponente. Los consejeros de ello estaban coléricos por el resultado de Sekijiro, estuvieron al borde de iniciar una revuelta hacia el obsoleto Gaia que no pudo proteger a su rey, sin embargo la chica cesó de levantar armas infundadas. Lo que menos deseaba en la terrible condición mental que poseía era una revuelta... Tanto por los humanos como para las bestias del clan.

Poco después de tomar el alto mando recibió unas visitas que, a decir verdad ya las esperaba, sin saber el motivo cuando tuvo la visión, ahora era una amarga realidad.

La peliverde se encontraba solemne en el trono que una vez su padre adoptivo poseyó, su mirada soberbia en imponencia solo era una máscara a la terrible melancolía que poseía. Era muy doloroso la pérdida de un ser con amor fraterna. Alguien que la salvó de su soledad, de ese terrible incidente en llamas de hace varios años, un cariño tal que no necesitaban linaje sanguíneo. Adoró a su padre de principio a fin, una ironía similar a la que cierto lobo de pelaje dorado tuvo con el rey de Erbarn.

Ese dolor pulsátil del alma era razón suficiente para comprender lo que otro alfa estaba teniendo.

—Ibara, te están esperando.

Una voz la despertó de la neblina en sus pensamientos que la abrumaron por algunos minutos, se trataba de su amiga Kendo, la cual palmeó su hombro tras no ser escuchada momentos atrás.

Levantó de su trono para así dirigirse con la chica de coleta que tenía una enternecedora sonrisa buscando apaciguar un poco la tristeza que aun la rodeaba. La guió hacia la cámara donde se encontraba un par más que conocía su verdadera identidad, los cuales eran Tetsutetsu que entrechocó sus puños impaciente, por otro lado estaba Monoma sentado mientras recargaba uno de sus brazos al escritorio con una figura bastante elegante en contraste con el peliplata.

—¿La tienes lista? La respuesta a Goa —preguntó Shiozaki observando papel y un frasco de tinta fresca por ahí.

El rubio levantó el rostro bastante confiado y con un silencio asertivo levantó su mano con un papel entre sus dedos.

—No hay rastros de él, deberíamos desistir de esperar, ¿por qué crees que vinimos contigo? —Reclamó Tetsutetsu persistiendo en desconfianza.

—Siempre lo consideré así, ahora nadie le confía, no hizo bien su trabajo. El clan terminó nuevamente dividido —complementó Monoma con una burda sonrisa —¡Siempre fue un fracaso de alfa!

—¡Basta ya! —Exclamó Kendo golpeando el cuello del rubio mientras retiraba el papel de su mano para que no cayera tras hacerlo terminar inconsciente.

—¡Vinimos a Eilein por lo mismo! No podíamos esperarlo más tiempo, el clan necesita unión, por eso buscamos al indicado para ese papel —el peliplata giró hacia Ibara —eres la indicada para tomar ese puesto, es un milagro que sigas viva, que nosotros lo estemos, ¡¿no lo entiendes?! Incluso Todoroki como un híbrido terminó con espíritu alfa ustedes podrían...

—No lo haremos —concluyó la peliverde molesta —yo se lo dije en una ocasión, él ya no tendría que velar por mi o Todoroki, somos aparte y simplemente no tendríamos oportunidad de estar en el mismo lugar por nuestra naturaleza.