- Chicas bajen a desayu... - se petrificó en cuando vio lo que sostenía Titi en sus brazos.Instintivamente las tres sonreímos, y los ojos de mi mamá casi se salen de su cara. Pero, al contrario de lo que pensé, se adelantó emocionada y lo agarró a upa, llenándolo de besos.- Es tuyo Jenny? - preguntó embobada.- No, es mío má - dije con suavidad.- Qué? - gritó - De dónde lo sacaste? Por qué no pediste permiso antes?- Es que no sabía, me lo regaló Julian anoche, por mi cumpleaños - expliqué y cada vez parecía entender menos.- Que lindo ese chico - dijo volviendo a sonreír - Tu padre lo va a matar cuando se entere del regalo.- Por qué? Es mío, yo me voy a encargar de él, no se van a dar ni cuenta de que está acá, lo juro - supliqué.- Lo voy a hablar con él, por mi parte, que se quede, me encanta - dijo entusiasmada y las tres reímos.Bajé a desayunar cargando a Draco encima. Maldije por no haber filmado la cara de mi papá cuando lo vio, casi le viene un ataque.- Ese perro no viene grande después, no? - fue lo único que me preguntó luego de que estuviese una hora dándole un discurso acerca de mis responsabilidades de ahora en adelante.Reí.- No, va, crecen un poquito más que esto y engordan el triple, pero nada más - expliqué calmada y sus ojos se abrieron, para luego reír.- Mientras no rompa toda la casa, y te encargues de todo, no tengo problema - dijo y suspiré, aliviada.Lo agarró a upa y todo, es que no podías no quererlo, era mirarle la cara arrugada y los rollitos, y enamorarte, instantáneamente.Julian no se despertó hasta pasado el mediodía, después de que todos hubiéramos comido. Menos mal que no le creí eso de levantarnos temprano a jugar con el perro. Jenny ya se había ido y Titi miraba la tele, así que me senté frente a él luego de calentarle la comida, que obviamente, había sobrado de la noche anterior. - Mis padres ya lo quieren a Draco más que a mí - largué y rió.- Es comprador el enano - dijo con la voz ronca, creo que seguía dormido, y yo, en el cielo - Perdón por colgarte, ayer no me podía dormir, y hoy no me podía levantar.- No pasa nada, tenemos toda la tarde igual - respondí y asintió con una sonrisa.- No me podía dormir por tu culpa - añadió. - Qué hice ahora? - pregunté entre risas.- Existir - respondió serio. Me tensé.- Perdón por existir, entonces - dije de mala gana y automáticamente levantó la mirada.- No me refería a eso - fruncí el ceño, cuándo lo iba a entender a este chico? - Es que... me estoy volviendo loco, y es tu culpa - se encogió de hombros y contuve una sonrisa.- Eso es bueno o malo?- Bueno, pero también malo - respondió, volví a fruncir el ceño.- Y eso tampoco me lo vas a contar? - En otro momento - y sí, no era él si no me dejaba con intriga.Asentí, aunque ya me estaba cansando de su actitud. - Hoy vamos a salir por mi cumpleaños, con Jenny, y Pablo supongo - comenté y asintió - Vos también - agregué al ver que no le había agradado mucho mi comentario.- Creía que no te gustaba salir conmigo - dijo y bufé.- No me gustaba que me obligaran a salir con vos, como si fueras mi guardaespaldas - lo miré a los ojos - Ahora te estoy invitando yo, porque de verdad quiero que vayas.Sonrió. - Entonces voy a ir - respondió y sonreí yo también. El resto del día me la pasé jugando con Draco. Mi hermana también pero no quería dejárselo por más de cinco minutos. Necesitaba tenerlo conmigo, abrazarlo, y ella se cansaba y terminaba yéndose enojada. Julian se reía al verme tan embobada y me lo secuestraba cada tanto, pero a él no podía decirle nada, era Julian... No se acercó mucho a mí igual, estaba algo distante, hasta llegué a creer que se había olvidado de lo que pasó o que simplemente se había arrepentido. Vino Jenny a aprontarse en casa después de cenar y luego pasaríamos por lo de Pablo en el auto de Julian. - Menos mal que va Julian, porque con lo linda que estás se te van a querer acercar todos - dijo papá cuando me despedí de ellos en el living.Lo miré de reojo y estaba algo serio. Si supiera que el único que quiero que se me acerque es él.- No exageres pá - grité mientras atravesaba la puerta.Me subí adelante y en pocos minutos estábamos de camino a lo de Pablo. Él iba callado, yo también. Jenny fue el resto del camino hacia el boliche abrazada de su novio en el asiento trasero. Si algo podía ser más incómodo que presenciar sus momentos tiernos era presenciarlos junto con Julian. Llegamos por suerte y caminamos entre la gente hasta la entrada. Julian apoyó su mano en mi hombro con intención de no perderme y en cuanto llegamos a la puerta, me soltó. Pablo conocía a los dueños y nos hizo entrar gratis a los cuatro. De otro modo, a Jenny y a mí no nos hubieran dejado pasar ni siquiera, por ser menores. - Quieren algo de tomar? - preguntó Pablo amablemente apenas entramos.- No - respondió él rápidamente.Asintió y se fue con mi amiga hacia la barra más próxima. Giré a verlo, furiosa.- Por qué contestas por mí? - Porque no vas a tomar, Oriana - y volvía a llamarme de esa forma - Dejame cuidarte.- Me se cuidar sola, Julian, para eso me contrato un guardaespaldas, creo que vos no tenías ganas de cuidar a una nenita. Se mordió el labio y me contuve para no seguir discutiendo. Por suerte los chicos volvieron rápido, no tenía muchas ganas de soportar su cara de culo yo sola. Me distraje bailando con mi amiga y por un momento hasta me olvidé de su existencia, hasta que lo escuché hablar y reír con Pablo cerca nuestro. Fuimos a dar una vuelta con Jenny y volvimos cada una con una cerveza. Me gustaba molestarlo, de hecho me gustó la forma en que me miró cuando me vio. Ya no me provocaba miedo ni temblaba bajo su mirada, es más, lo estaba empezando a disfrutar.- Me estás desafiando? - preguntó en mi oído y sonreí, victoriosa - No me gusta que me desafíen - agregó entre dientes.Me mordí el labio y no dije nada, simplemente lo miré durante unos segundos para luego llevar la botella a mi boca. Sentía su mirada clavada en mí pero no me sentía para nada incómoda.
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Maldito Destino-Orian-
FanfictionNovela Orian - "Julian Serrano y Oriana Sabatini" Prólogo ♡ No puedo dejar de admirarlo mientras conduce. El viento que entra por la ventana peina naturalmente su flequillo hacia arriba. Su mirada tan fija en la carretera, y su mano derecha con tan...