CAPÍTULO 26

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Hace como un año que Pablo había dejado de hacer las fiestas en su casa, estaba muy en otra, re casado con Jenny. Pero hacía casi un mes que se habían peleado y al parecer volvió con toda. Me daba pena por mi amiga, ella aún lloraba por las noches y se negaba a cualquier plan que implicara verlo, o salir a divertirse. Le mandé un whatsapp contándole que iba a ir, no para pedirle permiso, sino para que luego no se la agarrara conmigo por no haberle avisado. Me contestó un simple "Ok, diviertanse" y di por hecho que le molestaba. De todas formas se lo había prometido a Nico, así que me puse el primer short de jean gastado que encontré y un top negro. Me maquillé apenas los ojos y finalicé pintándome los labios de un color bordó que amaba. Plataformas cómodas y estaba lista, esperando en los escalones de entrada por Nicolás.Llegó unos cinco o diez minutos después y me subí rápidamente al auto. - Wow - comentó luego de observarme de arriba a abajo y sonreí, algo vergonzosa.Estaba lindo, como siempre, pero algo más arreglado que lo normal, llevaba una camisa a cuadros en tonos verdes metida para adentro de un jean oscuro bastante justo. Lo frené en cuanto adiviné sus intenciones y señalé mi mejilla, entre risas.- No me arruines el maquillaje, gordo.Largó una risa él también, y haciéndome caso dejó un sentido beso en mi mejilla para luego encender el auto de camino a lo de Pablo. Fue lo más raro e incómodo verlo, desde lo ocurrido con Jenny que no lo veía ni hablaba con él. Digamos que ninguno de los dos tuvo la culpa o lastimó al otro, así que no tenía por qué estar enojada con él ni mucho menos. Lo noté algo distante de todas formas y luego de saludarlo nos invitó a pasar y a tomar lo que quisiéramos. Me serví un vodka con speed mientras Nico reía al verme tan entusiasmada, él simplemente agarró una cerveza. Había gente nueva que no conocía definitivamente. Chicos de la facultad al parecer, muchas mujeres, y unos pocos del colegio, los cuales nos saludaron de la mejor forma. - Que loco, pensar que acá empezó todo - comentó mientras bailábamos entre la gente.Reí.- Ponele.- Por qué ponele? - preguntó algo confundido y me encogí de hombros.- A mi me gustaba Julian - dije como con culpa y él hizo una mueca de dolor.- Ya no - murmuró y sonreí.- Ahora me gustás vos, y nadie más - susurré sobre sus labios y sonrió para luego capturar los míos con suavidad. Eran más o menos las tres, o cuatro de la mañana y yo ya estaba en un estado en el que me reía por todo y no era muy consciente de las cosas que hacía o decía. Hacía media hora que estaba sobre las piernas de Nicolás, besándolo y molestándolo mientras él intentaba bajarme un poco las revoluciones. No lo lograba obviamente y terminaba uniéndose a mis risas, parecíamos dos nenes.- Mmm ya vengo, sí? - pregunté mientras él dejaba un tierno beso cerca de mi cuello.- No vas a ir a rellenar el vaso, pendeja - me advirtió y reí.- Voy al baño, bombón - respondí entre risas y le di un besito antes de salir corriendo, torpemente.Llegué a la mesa donde estaban todas las bebidas y reí al saber que me estaba saliendo con la mía. Llené mi vaso nuevamente y di un trago algo prolongado, cerrando los ojos al notar lo fuerte que me había quedado.- No sabía que tenías novio - dijo una voz en mi espalda y giré rápidamente, volcando un poco de bebida debido al susto que me había dado.- Qué haces acá? - pregunté casi tartamudeando y su sonrisa me congeló cada gota de sangre del cuerpo. Temblé.

Maldito Destino-Orian- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora