CAPÍTULO 4

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Los días pasaron y ya estábamos a sábado. Mi relación con Julian empeoraba cada vez más, ya ni siquiera podíamos soportar estar en un mismo lugar porque terminábamos a los gritos. Obviamente, adelante de mi familia o de Jenny su actitud cambiaba, era simpático, relajado, y hasta sonreía. Desde ayer a la noche que estoy intentando convencer a papá para que me deje ir a la fiesta, y desde entonces me tiene con la incertidumbre, dice que lo va a pensar, que no le convence mucho, mientras que mamá colabora para que su respuesta sea un sí.Estoy en mi cuarto hace horas, esperando y eligiendo mi ropa por si, por un milagro, mi papá accede a llevarme a la maldita fiesta. - Estuve hablando mucho con Julian y me convenció de que te dejara ir - dijo en cuanto se sentó a mi lado en la cama.Tuve que tomarme unos minutos para reaccionar. Julian haciendo algo bueno por mí? Definitivamente algo tenía en mente, de otra forma no hubiera sido tan generoso. - Ay en serio? Gracias - grité mientras le daba un fuerte abrazo.- Si, pero con una condición - dijo y suspiré - Julian va con ustedes.Pausa. Respirá hondo. Inhala, exhala.- Cómo que Julian va a ir con nosotras? No! Papá! - grité completamente sacada.- Eso o nada, y yo que vos le agradecería, porque si no se le hubiera ocurrido esa idea ni siquiera irías - dijo muy calmado y se levantó para abandonar mi habitación en cuestión de segundos.Bufé y ahogué todos mis gritos contra la almohada. Esto era definitivamente peor que cualquier pesadilla. No lo dudé demasiado y me encaminé hacia el cuarto de huéspedes, furiosa. Toqué una, dos veces, y a la tercera me abrió la puerta, con una calma envidiable. Sonrió burlón y tuve que apretar los dientes para no gritar. Estaba recién bañado, con el pelo todo mojado y un par de gotas cayendo por su rostro. Esta vez aunque sea llevaba puesto un jean, de color claro y desgastado. Y arriba, nada. Mierda.- Podes dejar de mirarme y hablar? - dijo aún con esa sonrisita irritable.- Por qué me haces esto? - largué y frunció el ceño, algo desorientado - Por qué le llenas la cabeza a mi papá? - Mira, Oriana, te hice un favor, querías ir a esa fiesta? Bueno, vas a ir.- Si, pero con vos, eso es peor que no ir - dije y rió por lo bajo.- Qué tanto te molesta mi presencia? Si lo que mejor te sale es ignorarme, hacelo también a la noche. Yo no te voy a estar cuidando, no me divierte ser el niñero de una nenita - dijo y me mordí el labio para evitar putearlo - Te acompaño pero yo hago la mía y vos la tuya, listo.Suspiré. Bueno, viéndolo de esa forma, no estaba tan mal. - Está bien, vestite entonces, en una hora salimos - dije para dar por finalizada la conversación y huír de esa habitación llena de olor a él.

Elegí un short de jean de tiro alto junto con una musculosa blanca estampada, suelta y cortita, y plataformas negras, cómodas. Un poco de maquillaje, lo justo y necesario, planchita, perfume, y ya estaba lista.
Bajé al living y ahí estaba Julian esperándome, sentado en el sillón, del cual se paró apenas me vio. Se quedó un rato mirándome de arriba a abajo, impresionado.
- Podes dejar de mirarme y hablar? - dije imitándolo, y rió, negando con la cabeza.
- Veo que estás lista, vamos? - preguntó y asentí.
Nos subimos a su auto y por primera vez me senté a su lado. El camino hasta la casa de Jenny fue eterno, reinaba el silencio y las malas vibras, sin dudas. Por suerte mi amiga siempre tenía temas de conversación y quedó muy contenta al ver que Julian venía con nosotras. Al poco rato ya estábamos en la puerta de la casa de Pablo. Jenny, yo, y detrás de mí, Julian. La puerta se abrió y ella saltó prácticamente, colgándose del cuello de su novio para dejar un tierno beso en sus labios.

Maldito Destino-Orian- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora