CAPÍTULO 61

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- Te busca Jenny, es urgente - largó, sin dejar de mirarlo desafiante.

- Dónde? - pregunté entre preocupada y fastidiada.

- Seguime que te llevo - respondió él sin cambiar la expresión.

Lo miré a Juan, apenada, y él sólo asintió con una sonrisa.

- Después te busco - gritó mientras me alejaba, detrás de Julian.

Se detuvo en cuanto llegamos a un lugar un poco más despejado e inmediatamente miré hacia todos lados, buscando a mi amiga. No había rastros de ella por ningún lado y él me miraba sonriente.

- Era mentira? - pregunté y su sonrisa se ensanchó.

- Bueno, sí - admitió, como si toda esta situación le pareciera divertida.

- Ah no lo puedo creer, sos un imbécil - me quejé, dando media vuelta para volver a donde estaba, pero él sostuvo mi brazo con fuerza y me acercó bruscamente a su cuerpo.

Sin darme tiempo a reaccionar, llevó su mano derecha a mi nuca y atrajo mi rostro hacia el suyo, capturando mis labios con desesperación. Quedé inmóvil ante el impacto hasta que finalmente me relajé un poco y por instinto llevé ambas manos a su espalda, siguiéndole el beso a la perfección mientras lo pegaba aún más a mi cuerpo.

Se separó un poco cuando ya nos estábamos quedando sin aire y apoyó su frente sobre la mía, haciéndome estremecer al sentir su respiración tan agitada golpeando contra mi rostro. Cerré los ojos para procesar lo que estaba ocurriendo hasta que finalmente habló.

- Quedate, por favor.

Largué un eterno suspiro, y todo en mi interior se sentía extraño por volver a tenerlo así, a pocos centímetros de distancia después de tanto tiempo.

- Por qué me haces esto? - pregunté en un hilo de voz y él volvió a juntar nuestros labios, aunque esta vez fue más suave y delicado.

- No quiero que estés con otro, ya te lo dije - soltó prácticamente sobre mi boca.

- Y vos sí podes estar con otra? Sos muy egoísta, Julian - grité, soltándome de su agarre.

- Para, a dónde vas? - preguntó cuando comencé a alejarme.

- A mi casa.

No demoró en seguirme mientras atravesaba la pista en busca de la salida, completamente atormentada. Cuando por fin llegué a la puerta él se detuvo frente a mí bruscamente, impidiéndome el paso.

- Dejame llevarte - suplicó.

- Tu novia te está esperando adentro, deja de hacer las cosas mal.

- Creeme que estoy haciendo lo mejor - dijo, clavando sus ojos en los míos.

- Avisale al menos - pedí y asintió.

Sacó su celular del bolsillo y no despegó la vista de la pantalla hasta que estuvimos cerca de su auto. Lo guardó una vez que estuvimos dentro mientras yo lo miraba atentamente esperando que dijera algo.

- Y? Le avisaste?

- Sí, está todo bien - respondió con una sonrisa.

Me relajé solo un poco. La verdad que el beso de hace unos minutos seguía rondando en mi cabeza y no podía pensar en otra cosa.

- Por qué te quisiste ir? - preguntó luego de un largo silenció, sin dejar de mirar hacia el frente.

Lo observé durante unos segundos antes de responder.

- Por vos - largué y él frunció el ceño - Todavía no logro entenderte, y no quiero confundirme más de lo que estoy.

- Perdón, no quería confundirte. O sí, bueno, en realidad no quería que te fueras con ese pibe, y darte un beso fue lo único que se me ocurrió.

Bufé.

- Te estaba tocando el culo - gritó de la nada.

Lo miré incrédula, conteniendo una risa.

- Me diste un beso sólo porque viste que me estaba tocando? - pregunté entre risas y él se encogió de hombros.

- Lo conozco, se las intenciones que tiene con vos.

- Y si yo también las tengo? - solté y frenó el auto de golpe.

Me miró con los ojos bien abiertos y volví a reír.

- Por favor Julian, tendrías que tratar el temita de los celos. Ya no soy más esa nena que tenías que proteger, y tampoco soy tu novia.

- No son celos - se defendió mientras volvía a acelerar.

- No, claro que no, cómo podrías estar celoso de tu amiga? - pregunté con ironía y ni siquiera respondió.

El resto del viaje fue en silencio. Él seguía tenso y molesto y yo opté por ignorarlo. Aproveché para buscar entre mis nuevos contactos el número de Juan y avisarle que me tuve que ir. No demoró en contestarme, quería volver a verme en estos días y yo probablemente lo necesitaría, así que simplemente sonreí.

Maldito Destino-Orian- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora