Schiavus [Boku no Hero Academia]

Capítulo 14: Ojalá pudiera detener el tiempo.

—¿Bakugou...? —la cara que puso Denki en aquellos momentos no tenía precio.

POV Kaminari Denki

Supuse que ya era de día debido a los gritos que escuché por parte de cierta persona desconocida para mí. También oí a Kirishima, pero no le dediqué mucha atención a lo que hablaban.

Me daba pereza moverme.

"¿Qué hora será...?"

Sentí como alguien se echaba a mi lado; creí que era Kirishima y permanecí tal y como estaba. Luego noté que dejaban de hablar y que todo se quedaba en silencio a excepción de ciertos sonidos un tanto difusos.

Tal vez ya era hora de levantarme, así que abrí lentamente los ojos esperándome encontrar a aquel pelirrojo haciendo cualquier cosa, pero lo que vi a continuación me pilló por sorpresa.

Bakugou estaba durmiendo a mi lado... semi desnudo.

—¡¿Pero qué...?! —grité levantándome velozmente y anonadado al ver a mi amigo cubierto solo por una toalla de baño.

Lo primero que hice fue mirar a Kirishima para pedir explicaciones, pero no se había girado y parecía concentrado en algo.

"Él está aquí..."

—¡Bakugou! —grité con gran felicidad y no dudé ni un solo segundo en abalanzarme encima de él.

"Estaba preocupado."

POV Narradora

Katsuki emitió un pequeño grito de dolor al sentir encima a cierto joven. Denki estaba demasiado emocionado cómo para darse cuenta de la situación en la que estaba su amigo.

—¡Kaminari, espera! —Kirishima reaccionó al oír aquel sonido de dolor por parte del schiavu herido.

—¿Qué ocurre...? —se preguntó el alegre joven al notar el rostro de preocupación del pelirrojo y de dolor por parte del otro rubio.

—¡Sus brazos! —explicó Eijirou acercándose con un bote en la mano.

En ese momento Kaminari se levantó levemente para ver aquello que mencionó su dueño y pudo observar en ambos brazos de Katsuki las mordeduras humanas en carne viva y en un estado no muy agradable.

—Bakugou... —los ojos de Denki se llenaron de temor al analizar la situación en la que estaba su amigo—. ¡¿Qué ocurre?! —reclamó desesperado—. ¡¿Por qué Bakugou está así?! ¡¿Qué sucedió?! ¡Kirishima!

—¡Tranquilízate, luego te explicaré todo! —respondió el pelirrojo—. ¡Ahora ayúdame! —ordenó.

Kaminari sabía que algo no iba bien con Bakugou. En otra situación, cuando estaban en el calabozo, ya se le había abalanzado y el chico amargado le había gritado y puesto mala cara. Esta vez al hacerlo no sucedió nada eso; todo lo contrario. Katsuki seguía con los ojos cerrados y quejándose entre dientes de dolor.

—De... acuerdo —accedió el rubio después de haber intentado calmarse un poco.

—Hay que incorporarle para que tome esto —explicó el pelirrojo mientras mostraba cierto bote el cual tenía la mezcla entre líquido y hojas de archangelica; planta curativa que ayudaría a bajar la fiebre del schiavu herido.

Y eso hicieron. Kaminari sujetó por los hombros a Bakugou, haciendo que se incorporase aún sentado, y Kirishima se dispuso a darle la dicha medicina... de no ser porque Katsuki se negó a abrir la boca.