Capítulo 75: Todo irá bien, Kacchan.

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—¡Kacchan!

El desesperado grito del de cabello verde y su presencia en la arena llamó la atención de gran parte de los espectadores y, sobre todo, de Shinsou y Dabi. El primero se detuvo y giró en la dirección de la que procedió aquella desgarradora voz, pudiendo ver el rostro de un joven que parecía más que aterrorizado.

Pero, sin lugar a dudas, la persona a la que más le había afectado aquella voz era a Katsuki.

"Deku..."

[...]

La diferencia de distancia le hizo ver a Izuku que era imposible llegar a tiempo.

Aquel grito solo había conseguido centrar toda la atención en él; pero nada más.

En cualquier momento, la yugular de Katsuki sería atravesada por el puñal y presenciaría con sus propios ojos la muerte de su schiavu.

La muerte de la persona que consideraba su familia. La muerte de aquel chico al que juró proteger sin importar las consecuencias.

—¿A qué esperas? —comentó Dabi, dando a entender que Shinsou ignorase al intruso sin importancia y terminase de una vez con Bakugou.

¿Por qué... has venido? —murmuró el rubio, apretando los dientes y sintiendo la mayor parte de su cuerpo arder de dolor e incapaz de soltarse del sujeto que lo levantaba por el cuello.

"Mierda, Deku...

Aborrezco que me veas así."

—¡Por favor! —gritó Izuku nuevamente, comenzando a ver borroso por las lágrimas que empezaban a salir de sus ojos y sintiendo aquel insoportable dolor en su pecho.

Un dolor como si en cualquier momento fuera a perder lo más importante de su vida.

—Shinsou, ¿a qué estás esperando? —reiteró el dueño, perdiendo la paciencia y enfadándose por las dudas de su schiavu.

Aquel simple peón que había obedecido órdenes desde siempre, no entendía nada.

Después de mirar los ojos del joven de cabello verde, se giró para observar los de su dueño.

Eran diferentes.

El que, supuso, era el dueño de Bakugou, mostraba terror y preocupación por lo que pudiera sucederle al rubio; estaba desesperado y parecía dolerle el simple hecho de verle así.
En cambio, su propio dueño solo mantenía una serena mirada, como si a él no le importase en absoluto lo que le ocurriera. En realidad, le daba igual. Dabi solo quería ver cómo cumplía su deber de matar a otro; y cada vez parecía más impaciente.

"¿No que solo éramos herramientas para nuestros dueños? ¿No que solo somos animales con los que la gente puede divertirse?"

—Entonces... ¿por qué? —murmuró el de cabello morado, soltando a Katsuki y dejándole caer al suelo.

—¡Kacchan! —gritó nuevamente Midoriya, aprovechando la confusión en el rostro del otro para ir a por Katsuki; esta vez, sí podía llegar a tiempo.

Esta vez, daría su propia vida si era necesario.

—¿Por qué se está preocupando por ti? —dudó Hitoshi, mirando con rabia el cuerpo ensangrentado de Katsuki y cómo esa persona se acercaba rápidamente hacia él—. Y...

"¿Por qué nadie nunca se ha preocupado por mí?"

Shinsou sentía envidia. Sentía celos al ver que un schiavu era amado. Al ver que, alguien en sus mismas condiciones, podía tener una vida diferente. Al darse cuenta de que tenía una suerte lamentable y que su destino era seguir siendo un peón incapaz de amar al que utilizarían como quisieran.

—Dabi —murmuró desesperado, con la mirada perdida y girándose para ver a su dueño.

Desde que era capaz de recordar, Hitoshi había sido dado en adopción. La familia que tuvo no podía considerarse una familia y, cuando aplicaron la ley de los Schiavus, aquellas personas no pudieron pagar los impuestos.

Quizás sí fue capaz de sentir aprecio por cierto rubio de cabello corto que conoció en el calabozo. Pero no duró demasiado; ni siquiera recordaba su nombre y, a los pocos días, fue asesinado.

"—Pareces inteligente... ¿Nos ayudas con esto?"

Los mismos que habían acabado con la vida de la primera persona con la que habló, le habían pedido formar parte de su pequeño grupo para sobrevivir matando a cualquier solitario del calabozo.

"—De acuerdo."

Y si él también quería vivir, no le importaría hacerlo.

—Dabi —reiteró, volviendo al presente y dispuesto a buscar una respuesta que creía que funcionaría—. ¿Por qué yo no...

Pero sin poder terminar la pregunta y al girarse pudiendo ver el rostro de su dueño de cerca, sintió cómo algo afilado penetraba en su estómago y cómo comenzaba un fuerte dolor en esa zona.

Levantó el rostro después de observar cómo alguien le atravesaba con una daga, logrando ver el odio en los ojos de Dabi.

—Eres un inútil —sentenció con una leve sonrisa, comenzando a mover el arma afilada por dentro de las entrañas del schiavu, perforando con fuerza y haciéndole escupir sangre—. ¿Por qué te hacías ilusiones? Nadie te va a querer... Y ya estás muerto —finalizó, sacando la daga del cuerpo de su schiavu y viendo cómo caía de rodillas al suelo.

"Tiene razón..."

Incapaz de responder, solo miró a su dueño a los ojos y sonrió levemente; al menos, para Shinsou, todo terminaría de una vez.

"De esta manera ya no tendré que soportar nada más... Gracias."

—Esto no ha salido como lo esperaba —comentó Dabi, apartando con el pie a su moribundo schiavu y dirigiendo su atención al sujeto que intentaba cargar a Bakugou para llevárselo—. Así que... eres su dueño, ¿no? —inquirió, mirándole a los ojos y viendo cómo le observaba con odio.

—Él... era tu schiavu —respondió, levantándose con Katsuki en brazos y sintiendo rabia por lo que había ocurrido.

—Solo son animales. Deberías saberlo —continuó el de cabello negro, restándole importancia—. ¿Por qué lo proteges? Arruinaste el espectáculo.

—Kacchan es muy importante para mí —aplicó, retrocediendo con la esperanza de poder irse de aquel lugar sin más problemas; la situación de Bakugou iba de mal a peor.

Conforme pasaba el tiempo seguía perdiendo cada vez más sangre, sobre todo en ambas piernas donde la puñalada fue más profunda.

—Sabes perfectamente que es poco probable que sobreviva —continuó el noble con una leve sonrisa—. Y, de todas formas, no pareces el tipo de persona que pueda permitirse el lujo de pagar para que se encarguen de él —agregó, dando media vuelta y dirigiéndole una última mirada indiferente—. Digamos que sí. Tu schiavu ha "ganado" este enfrentamiento. Lárgate.

Sin más tiempo que perder y aún con Katsuki en brazos, Izuku buscó la salida más cercana para abandonar el anfiteatro.

Necesitaba ayuda. Nuevamente, necesitaba hacer algo.

—Kacchan... lo siento... —sollozaba desesperado; ver a su schiavu en esa situación, ensangrentado y lleno de arena, le hacía sentirse culpable.

"No tuve que haberte dejado solo."

—Todo irá bien, Kacchan... —intentó animar al no escuchar respuesta alguna; ni siquiera una queja en voz baja.

"Todo irá bien."

—Estoy a tu lado... Kacchan.

[...]

Schiavus [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora