Schiavus [Boku no Hero Academia]

Capítulo 34: No necesito nada más.

Pequeña aclaración:

"—Los diálogos así son recuerdos de algo que dijo cierta persona en el pasado."

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—¡No te preocupes! —respondió; me pareció notarle igual de nervioso y su cara estaba un poco roja.

—Entonces... ¿vamos? —inquirí intentando evitar aquel momento incómodo.

—¡Sí! —respondió con una adorable sonrisa mostrando sus dientes puntiagudos.

"Creo que estoy enamorado..."

[...]

POV Narradora

Después del vergonzoso momento en el que Denki abrazó por impulso a Eijirou, ambos optaron por seguir con el principal objetivo: Ir a por una hamburguesa para aquel rubio hambriento.

—¡Bienvenidos...! —exclamó una mujer de cabello azul oscuro con alegría, recibiendo a los dos jóvenes, pero su cara cambió al notar la presencia de Denki; sobre todo al ver la marca que estaba en su mano derecha—. Pasen... —comunicó bastante más seria.

No dieron importancia a aquel detalle y, más que felices, entraron en el restaurante lujoso mientras contemplaban lo vacío que estaba.

—Qué raro... —dijo Kirishima mirando a su alrededor y notando que eran los únicos clientes.

—No parece un restaurante de hamburguesas caseras —añadió el rubio con una sonrisa mientras se sentaba al frente del pelirrojo en una de las mesas más lejanas a la salida.

En ese momento un hombre entró en el lugar y cerró la puerta con ira; era el que había estado publicitando las hamburguesas.

—¡Qué asco! —exclamó mientras tiraba con rabia aquel letrero—. Nadie más viene a este local...

—Bueno, ya deberías saber el motivo —contestó la chica que había dado la bienvenida al schiavu y su dueño.

—¡Midnight, sabes perfectamente que eso es lo que más disfruto! —respondió provocando que la mujer suspirase y se dirigiera hacia la cocina no sin antes girarse para decir unas últimas palabras.

—Yo me lavo las manos.

Denki y Eijirou intercambiaron miradas sin comprender muy bien qué era lo que estaba ocurriendo.

—Oh, ¡pero parece que tenemos dos clientes! —se alegró dicho señor acercándose a pasos rápidos con una gran sonrisa hacia los jóvenes que parecían estar cada vez más confusos.

—¿No era esto un restaurante...? —inquirió Kirishima comenzando a sospechar; la mirada de esa persona no le inspiraba confianza.

—¿Y las hamburguesas? —agregó Kaminari ya que, al parecer, lo único en lo que pensaba en aquellos instantes era en comer.

—¡Claro que sí, esto es un restaurante! —confirmó el señor entrecerrando un poco los ojos y mirando con ganas a Denki—. Pero aquí no se paga con dinero... pequeño schiavu —finalizó pasando su mano por el cuello del rubio y provocándole una sensación entre asco y temor.

Kaminari no sabía cómo reaccionar. Miró a Kirishima y al parecer este se hallaba igual de atónito ante lo que estaba sucediendo.
Aquel hombre seguía acariciando con suavidad el cuello del rubio mientras le observaba con una enferma sonrisa.

—Supongo que él es tu dueño... —comenzó a hablar dulcemente dirigiéndole una mirada a Eijirou—. Y deduzco que te ha traído aquí como pago, ¿verdad?