Capítulo 5: No necesito vuestra lástima.

5.5K 933 124
                                    

POV Midoriya Izuku

Aquel vendedor llamado Gran Torino me había llevado de vuelta al mercado. Había dicho que tenían a un schiavu un poco diferente al resto pues debido a su pésima personalidad, los mercaderes optaron por excluir su foto de la exposición de ventas para que nadie lo comprase.

—¿Tan problemático es? —pregunté con suma curiosidad al haber escuchado que su precio era de una moneda de oro.

—¡Sí! —afirmó lo obvio con una sonrisa—. Entonces, ¿aceptas el trato? —finalizó al llegar al puesto en el que trabajaba.

"¿Eso es todo...?"

—Y... ¿no puedo saber más sobre él? —seguí interrogando.

—Ahí está el problema, chico —dijo quitando aquel tono de voz alegre—. No podemos mostrarte su foto.

—¡¿Por qué?! —exclamé al darme cuenta de lo injusto que sonaba aquello—. ¡¿No se supone que tiene los mismos derechos que cualquier otro schiavu?!

—Yo no soy el que se encarga de aquello —respondió con cierta tristeza—, y supongo que eres consciente de la influencia que tienen los nobles en este tipo de cosas considerando que para ellos, ningún schiavu merece tener derechos.

—Pero aún así... —traté de insistir de nuevo.

—Aquel chico... ese schiavu es el causante de varios conflictos y realmente ha llegado a traer problemas hace algunos años —decidió confesar algo que parecía que no debía haber dicho—. Lo siento, pero no puedo proporcionarte más información.

—¿No puedo ir al calabozo en el que está para verle? —pedí de corazón; todo aquello que había dicho me parecía demasiado cruel.

—Chico, ¿estás loco? —aplicó bastante sorprendido al escuchar mi petición—. Eso es imposible.

"Conque imposible..."

—Pero... me has caído bien —continuó volviendo a poner otra de sus sonrisas—. Supongo que podría hacer una excepción —dijo casi susurrando.

—¡¿D-De verdad?! —exclamé realmente feliz y sin poderlo creer.

—Pero tendrá que ser por la madrugada —informó regresando a aquel tono serio—, y nadie puede enterarse.

Acepté sin dudarlo y comenzamos a organizar todo aquello. Gran Torino me iba a esperar a las tres de la madrugada en este mismo lugar para después dirigirnos hacia el calabozo.

—Que no te sorprenda lo que llegues a ver ahí dentro —me había advertido.

POV Bakugou Katsuki

"Qué asco.

Odio todo esto."

Me había quedado completamente solo en aquel maldito antro de mierda, pero aquello no era lo peor de todo.

—Supongo que por fin podrás desaparecer —escuché la voz de uno de los muchos schiavus que me guardaban rencor.

—Iros a la mierda —respondí levantándome de la esquina en la que me hallaba para dirigir una mirada amenazante al grupo de tres que me habían rodeado.

En el calabozo nos buscábamos la vida de cualquier manera, y fue por eso que a diario asesinaban a los más débiles o solitarios para poder alimentarse. Era algo realmente repulsivo que odiaba con todo mi ser.

—Esa actitud tan arrogante es lo que te ha condenado —comentó otro de ellos mientras se acercaban cada vez más a mí.

—Sois patéticos —dije con una sonrisa tratando de ocultar lo que de verdad estaba sintiendo en aquellos momentos.

"Yo no soy débil. El miedo es para cobardes."

Beber lo mínimo y comer una miseria a diario me había debilitado demasiado, en cambio ellos eran tres y no estaban en los huesos a comparación mía.

Intercambiaron miradas y se lanzaron a por mí. Por más que traté de defenderme y quitármelos de encima, fue imposible.

El de la izquierda me sujetaba con fuerza un brazo, el de la derecha otro y el del medio comenzó a darme repetitivamente patadas en el estómago, provocando que me viera incapaz de hacer algo para detener todo aquello y tan solo recibiendo los múltiples golpes que eran asestados en mi cuerpo.

Lo odiaba. Odiaba la impotencia de aquel momento. No poder hacer nada para mandar a la mierda a toda esa escoria, el no poder protegerme a mí mismo.

—Os... voy a matar —balbuceé llenó de rabia, sintiendo cada vez más dolor en el estómago y con la sensación de que en cualquier momento escupiría sangre.

—Creo que es hora de comer —informó el del centro, soltándome y dejándome caer de rodillas.

Aquel dolor me impedía responder. No podía levantarme fácilmente. Mi condición física estaba en la mierda. 

No obstante, no iba a pedir ayuda. Nunca lo haría; era algo que no tenía en mente. Prefería ser víctima de un canibalismo que rebajarme a tal nivel, a pesar de que ambas situaciones eran horribles y frustrantes.

"Solo espero que esos idiotas no estén siendo humillados de una manera tan penosa como esta..."

Estar más de tres años con cuatro estúpidos fue lo mejor que me había sucedido... pero ahora todo se había perdido.

Un extraño dolor recorrió todo mi cuerpo y fue a parar en mi brazo derecho. Me giré para verlo y pude observar cómo aquel schiavu había clavado sus dientes y desgarrado un pedazo de carne con todas sus fuerzas. Luego sucedió lo mismo en mi brazo izquierdo mientras que otro de esos desgraciados me inmovilizaba por detrás.

Dejé escapar un grito involuntario para después morderme el labio inferior tratando de no decir nada más. No iba a darles el placer de escuchar mi aflicción.

—¡JAJAJAJA! ¡Parece que no entienden que esa es mi víctima! —una voz interrumpió la situación y provocó que esos tres schiavus se giraran.

Aproveché el momento para tratar de levantarme y alejarme, pero al parecer no tenían pensado seguir haciéndome daño.

—Vámonos —mandó el clase baja del centro y se largó junto a los otros dos.

Alcé la vista para ver a la persona que había provocado esto, pero ya tenía bastante claro quien era debido a su maldita y pesada voz.

—¡Míralo, le han desgarrado la piel en ambos brazos! ¡Tiene dos zonas en carne viva, JAJAJAJA! —exclamó señalándome con su típica sonrisa burlona, pero recibiendo un golpe de cierta chica que le hizo callar al instante.

—Monoma, es suficiente —regañó la de cabello naranja.

—Al menos no te han hecho tanto daño —comentó otra schiavu con el pelo verde y realmente largo—. Podía haber sido peor —aseguró mirándome con preocupación.

"Odio que me miren así..."

—No necesito vuestra lástima —respondí con verdadera rabia en mis palabras.

[...]

Schiavus [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora