Schiavus [Boku no Hero Academia]

Especial 2: Todoroki e Iida.

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Todoroki se había dado cuenta de que Iida había empezado a actuar diferente.

Al menos, lo hacía cuando estaban a solas y Shouto rompía mucho, quizá en exceso, la distancia entre ambos. El joven de cabello bicolor era consciente de sus sentimientos y, aunque sabía que había dicho que no quería una respuesta por parte de Iida, las reacciones de este le empezaban a despertar cierta curiosidad.

Tenya parecía avergonzado siempre que Todoroki apoyaba el mentón en su hombro y le miraba a los ojos. Cuando, por las noches, buscaba dormir juntos como solían hacer. O cuando, en lugar de tirarle levemente de la camisa para llamar su atención, le jalaba del brazo y lo rodeaba con ambas manos como si fuera de su propiedad.

Hace un par de días que ambos habían comenzado a vivir juntos en la cabaña que construyeron con ayuda de Kirishima.

Iida era consciente de que solo estaba retrasando lo obvio, pues ya sabía muy bien cuál sería su decisión. Le había prometido una respuesta a Todoroki después de que este le dijera lo que sentía.

Y sabía que iba a ser imposible decirle que no. No podía negarse a esos ojos heterocromáticos tan preciosos, a esa usual serena expresión que parecía desear más, a sus adorables reacciones al buscar su atención lo más que podía...

—Todoroki, tenemos que hablar.

Era de día y ambos estaban acostumbrándose a su nuevo hogar. Estaban solos, sin nadie cerca que pudiera escucharles o interrumpirlos, así que Iida vio la oportunidad perfecta.

Si iba a morirse de vergüenza, mejor que fuera sin que ninguno de sus otros amigos pudiera contemplarlo.

—¿Ocurre algo, Iida? —Dudó Shouto, dejando a un lado lo que estaba haciendo para acercarse hacia él.

Nuevamente, le miraba con aquellos ojos llenos de ilusión y expectativas.

—Uhm... ¿Recuerdas aquella vez en la que dije que te daría una respuesta? —Comenzó, bastante nervioso y sin poder mirarle a los ojos.

—Oh.

Todoroki parecía recordarlo a la perfección. De hecho, había estado esperándolo.

—Pues... digamos que... sí —finalizó, murmurando su afirmación casi inaudible y sintiendo su rostro arder.

—¿Puedes repetirlo? No te he escuchado —respondió Shouto con ciertas dudas.

—Que sí... —volvió a susurrar, haciendo que Todoroki ladeara la cabeza con confusión y decidiera acercarse aún más a Iida.

—¿Sí? —Inquirió el heterocromático intentando mirarle a los ojos.

—¡Todoroki, no deberías hacerte el sordo en esta importante situación! —Reclamó Iida, totalmente sonrojado e intentando sonar firme.

Pero su corazón no lo soportaba más.

—Perdón —comentó Shouto, sin poder evitar esbozar una leve sonrisa al ver a Tenya en esa situación.

Una sonrisa que detuvo a Iida, haciéndole abrir los ojos sorprendido y sintiendo cómo se enamoraba aún más de aquel joven.

—¿Iida? —Dudó Todoroki, regresando a su expresión serena de siempre y sin entender la reacción del contrario.

Todavía había aspectos de Shouto que Tenya desconocía y, en esos instantes, deseaba ser capaz de ver esa sonrisa todos los días.

—Bueno... —Reaccionó Iida, aclarando la voz y todavía nervioso—. Sí, uhm, digamos que sí acepto tus sentimientos...

—Iida... —Murmuró Shouto, abriendo los ojos ilusionado y acercándose más para sostener las manos del contrario—. Quiero cinco hijos —sentenció con un brillo en los ojos.

—¡Todoroki! —Se quejó enseguida al darse cuenta de lo rápido que había escalado la situación—. ¡¿E-Eso a qué viene?!

—Si estamos juntos, significa que ahora podemos tener hijos, ¿no? —Razonó Shouto con total seguridad.

—Así no es como funciona exactamente... —Respondió Tenya, llevándose una mano a la cabeza—. Los dos somos hombres, por lo que la única opción sería adop...

—Pero eso no importa —interrumpió Shouto—. De todas formas, los va a traer la cigüeña, ¿no? —Comentó totalmente convencido y con un inocente brillo en sus ojos.

—Todoroki... —suspiró Tenya, intentando buscar las mejores palabras—, lamento tener que decirte esto, pero... los hijos no vienen de las cigüeñas.

—¿Y de dónde vienen?

—Bueno...

Tras una larga explicación con conceptos técnicos por parte de Iida, Todoroki tuvo que aceptar la triste realidad.

—Oh —murmuró Shouto algo decepcionado—. Pero... de todas formas, ahora podemos hacer lo que hacían Kaminari y Kirishima, ¿no? —Cambió de tema, con la intención de romper por completo la distancia que había entre ambos.

—Eh... uhm, sí —respondió el contrario, intentando ajustarse las gafas por los nervios.

Pero su mano fue interceptada por la de Todoroki, el cual no dudó ni un segundo en arrebatarle sus gafas para, segundos después, unir sus labios con los de Tenya en un inesperado, pero bien recibido, beso.

—Iida —llamó Shouto tras separarse lentamente de Tenya—. Te amo —sentenció, mirándole a los ojos con sinceridad.

Esta vez, fue Iida el que atrajo a Shouto nuevamente hacia sí para volver a besarle, sorprendiendo al heterocromático.

Ambos cerraron los ojos y disfrutaron de aquel cálido contacto, sintiendo cómo sus corazones latían cada vez más rápido y lo mucho que atesoraban a la otra persona.

—Yo también... —Respondió Tenya al separarse, recuperando sus gafas para ponérselas y ocultar su mirada en ellas—. Te amo... —aplicó con su rostro totalmente rojo y todavía evitando mirarle a los ojos.

Todoroki volvió a sonreír levemente ante aquello. Estaba feliz. Era muy feliz y, desde ese momento, sabía que todo iría a mejor.

Ambos eran conscientes de que les esperaba el mejor futuro posible.

[...]

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No sé, pero imaginarme a un Todoroki que no sabe de dónde vienen los hijos, me da 103425 años de vida ;; bueno, ya solo quedan 3 especiales 

Especial Himiko y Ochako: Domingo 13 de Marzo 2022

Especial Katsuki e Izuku: Domingo 20 de Marzo 2022

Especial final: Domingo 27 de Marzo 2022