Capítulo 42: ¡Todos están bien!

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—¡E-Espera, Kacchan! —exclamó Midoriya desesperado y levantándose lo más rápido que pudo para seguirle, pero este le cerró la puerta en la cara dejándole dentro, sin nada más que hacer y tan solo su mano derecha alzada en el vano intento de alcanzarle.

Fue bajando levemente su rostro y su brazo mientras veía que lo único que en esos momentos se interponía entre ambos jóvenes era aquel trozo rectangular de madera vieja.

—Kacchan...

[...]

POV Midoriya Izuku

"Tengo que seguirle..."

No quería que todo terminara tan rápido.

Si fuese necesario, daría todo de mí si así pudiera conseguir que él me aceptase.

"Cada parte de mí... absolutamente todo."

[...]

POV Narradora

Todoroki había sido llevado de regreso al reino en el que, a partir de ese mismo día, permanecería para siempre.

El rey estaba en la sala principal sentado en su trono y observando a su hijo, el cual estaba con las manos atadas por detrás y vigilado por dos guardias, uno en cada lado.

—Vamos, acéptalo —comentaba Endeavor con una sonrisa de satisfacción al observar lo afectado que estaba su hijo—. Tenya Iida te ha vendido.

—No —murmuró el de cabello bicolor; aún confiaba en Iida y en sus palabras.

"—Pase lo que pase... ¿Puedes confiar en mí hasta el final?"

—Digas lo que digas, es mentira —agregó dedicándole una mirada llena de odio.

—Oh, Shouto —suspiró Endeavor para luego volver a sonreír—. Nunca aprendes, ¿verdad?

—No pienso obedecerte —añadió con ira.

—Bueno, entonces si no es por las buenas... que sea por las malas —sentenció levantándose y dispuesto a llevarse al schiavu hacia cierto lugar.

[...]

Por otro lado, una mujer y otra joven se hallaban conversando en la parte baja del palacio principal.

Estando encerradas a pocos días de su inevitable muerte, no tenían nada más que hacer.

De nada servía arrepentirse o lamentarse.

—Así que... Katsuki hizo todo eso —comentaba Mitsuki con una pequeña sonrisa nostálgica y orgullo en sus ojos.

—Bakugou siempre se preocupaba por nosotros... a su manera —seguía Jirou contando algunas de sus experiencias en el calabozo y con una triste risa al recordar momentos que nunca más regresarían.

Durante el tiempo que estaban juntas, Kyouka le habló sobre todos sus amigos a los que consideró como una propia familia. Le habló de la gentileza de Todoroki, la amabilidad de Tsuyu, la idiotez de Kaminari y, sobre todo, la preocupación de Bakugou.

—Me hubiese gustado verle solo una vez más —añadió con dolor en sus ojos al pensar en todo el tiempo que había estado sin su hijo.

—Lo siento —murmuró Kyouka; sabía perfectamente cómo se sentía uno al perder a su familia—. Yo... espero que...

Un ruido de pisadas y lo que parecía ser llaves, le interrumpió.

Llamó su atención y les hizo acercarse a las rejas para ver con claridad quien era el que estaba entrando; se suponía que la ejecución era en una semana.

A Jirou le costaba creer lo que en esos instantes sus ojos percibieron.

—¿Todoroki...? —murmuró la joven al ver pasar a su amigo cabizbajo, seguido por el mismo rey Endeavor que mantenía una mano apoyada en el hombro izquierdo del schiavu.

Shouto reconoció con claridad aquella voz. Giró su rostro y abrió los ojos como platos al observar que Kyouka se hallaba encerrada en aquel lugar; y eso, básicamente, significaba la muerte.

—Ji... —trató de decir pero se detuvo y giró su rostro en seguida al darse cuenta de que había pasado por alto cierto detalle.

Endeavor estaba a su lado y había observado claramente aquel cruce de miradas entre ambos.

—Oh, Shouto, no me digas que... ¿os conocéis? —dijo el rey formando una gran sonrisa en su rostro al ver la expresión aterrada que había puesto su hijo.

—No... —murmuró con una voz temblorosa—. No sé quién es.

—Como siempre... se te da fatal mentir —añadió Endeavor mientras se acercaba a la celda de Jirou y comenzaba a abrirla—. Si mal no recuerdo... la ejecución era en una semana, ¿no? —comentó esperando el momento en el que Todoroki se girase con desesperación al oír aquello.

Y tal como lo había previsto, Shouto volteó en seguida ante aquella noticia.

—Guardias —ordenó el rey que se llevasen a Mitsuki y Kyouka fuera de la celda para luego dar una noticia de última hora a uno que se encargaría de comunicarlo por todo el pueblo—. Vamos a celebrar la ejecución ahora mismo.

Las ejecuciones no estaban fijas a una fecha exacta. Ambos reyes podían modificarlas como se les diese la gana y adelantarlas o postergarlas todo lo que quisieran; de todas formas el destino estaba marcado y era siempre el mismo.

—Espera... —sentenció Todoroki cada vez con una voz más desesperada y terror en sus ojos—. Haré... lo que quieras.

—Demasiado tarde, Shouto —respondió con una gran sonrisa en todo su rostro—. A ver si con esto aprendes a obedecerme... ¿O también debería ir a por el resto de tus amiguitos? —agregó como si supiera absolutamente dónde se encontraba cada uno de ellos; como si los conociera de toda la vida, como si siempre hubiese estado vigilándoles.

—No puedes... —la voz del de cabello bicolor empezaba a quebrarse de tan solo imaginar lo que iba a suceder.

—¡No importa, Todoroki! —interrumpió Jirou de un grito asimilando que tarde o temprano iba a ocurrir—. Ya estaba predestinado —agregó girando levemente su rostro para mostrarle una sonrisa de aceptación.

—¡Vamos! —mandó un guardia obligando a ambas chicas a subir de una vez las escaleras para salir de aquel lugar.

—¡Todos...! —respondió Shouto en un grito haciendo lo posible por no derramar ni una sola lágrima—. ¡Todos están bien!

Mitsuki se detuvo por unos segundos y sonrió mientras su vista empezaba a nublarse por las lágrimas que estaban a punto de salir.

—Ya lo has oído —le murmuró Jirou sonriendo también.

Que Todoroki hubiera dicho aquello significaba que lo había comprobado con sus propios ojos.

Saber que todos los demás estaban bien era suficiente para que Jirou abandonase, de una vez por todas, el cruel e injusto mundo sin nada por lo que lamentarse.

—¡Rápido! —gritó nuevamente el guardia para que ambas prosiguieran sin mirar más atrás.

—¿Ya has terminado? —preguntó Endeavor riendo al ver cómo Todoroki no lo había soportado y ya estaba dejando salir todas esas lágrimas frustradas por no poder hacer nada para evitar perder para siempre a una persona demasiado importante en su vida—. Te quedarás por un tiempo aquí, debes de reflexionar —indicó obligando a que el schiavu entrase en la celda en la que apenas unos minutos había estado Kyouka.

Porque Todoroki sabía perfectamente que no la iba a volver a ver.

Porque Todoroki sabía que después de aquello, lo único que quedaría de Jirou sería cenizas.

[...]

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Schiavus [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora