Schiavus [Boku no Hero Academia]

Capítulo 46: No son mis amigos.

—Endeavor —aquel sujeto se había acercado hacia el otro rey que permanecía en silencio observando todo—. Tengo una propuesta... bastante interesante.

[...]

POV Midoriya Izuku

Kacchan había permanecido en silencio durante todo el camino. El brillo en sus ojos había desaparecido y solo se limitaba a caminar con las manos en los bolsillos y la mirada perdida.

"Puedo entender... que la muerte de una madre duele demasiado."

Después de todo, yo también había pasado por lo mismo.

Cuando mi madre enfermó hice todo lo posible por ayudarla, pero fue en vano.
Un día, cuando desperté por casualidad en la madrugada, ella ya había dejado de respirar.
Desde ese momento, estuve solo.

"Pero ya no lo estoy."

—Sabes... —dije con ciertos nervios una vez habíamos llegado a mi hogar—, yo también perdí a mi madre —agregué con algo de temor a cómo iría a reaccionar.

Pero para mi sorpresa, solo se giró y me miró con el ceño fruncido.

—¡P-Pero pude superarlo gracias a mis amigos! —añadí tratando de evitar el incómodo ambiente que se estaba formando—. Tú también tienes amigos importantes, ¿no? —inquirí con una leve y nerviosa sonrisa.

—No son mis amigos —sentenció con ira en sus palabras.

En esos momentos me sentí mal.
Quizás no tuve que haber sacado aquel tema. Ni siquiera le conocía lo suficiente. Solamente estaba deduciendo cosas por lo que había visto.

"Pero... quiero saber más sobre Kacchan."

—Son mi jodida familia.

"¿Eh...?"

Inconscientemente sonreí al darme cuenta de que Kacchan, quizás, con el tiempo, podría mostrarme más sobre él.
Quería conocer todas sus facetas.

El hecho de que hubiese dicho aquello con tanta certeza y sin duda alguna, me daba a entender que de verdad esas personas eran importantes para él, aunque no podría decir qué cara había puesto ya que me estaba dando la espalda.

—¿Q-Quieres cenar algo? —cambié de tema después de haber escuchado un pequeño rugido proveniente de su estómago—. ¡Tengo pan, puedes comértelo todo si quieres! —añadí con una sonrisa nerviosa mientras me dirigía hacia la pequeña cocina y sacaba media barra de pan duro que había estado guardando en cierto cajón—. ¡Si lo mojas en agua quedará suave y rico!

Me miró frunciendo el ceño nuevamente y se limitó a acercarse y recibirlo. Volvió a darme la espalda mientras escuchaba el crujido del pan siendo mordido por él; se estaba dirigiendo hacia la habitación de la casa.

"Seguro que está cansado."

Le seguí por detrás algo nervioso y pensando en qué más temas de conversación podía sacar.

"Después de todo, él nunca dice nada..."

Se había vuelto a echar en mi cama y supuse que, otra vez, me tocaría dormir en el suelo.

"Pero... ¿tan rápido se ha comido la barra de pan?"

Aún en silencio, vi cómo se iba acomodando en aquella suave superficie y cómo, al parecer, se había apegado a la pared... Se había apegado lo suficiente como para dejar cierto espacio en el que cupiese otra persona más a su lado.