Schiavus [Boku no Hero Academia]

Capítulo 45: Volvamos a casa.

Se podía notar el terror en sus ojos al ver el cuerpo quemado de su madre a la que nunca pudo decirle lo que de verdad sentía.

Dejó de resistirse y se dejó caer al suelo de rodillas a la vez que Izuku seguía abrazándolo por detrás para no dejarle ir.

Lo único que se pudo escuchar en la plaza fue el fuerte grito prolongado de dolor de Katsuki mezclado con los vitoreos de la gente.

[...]

POV Midoriya Izuku

El reino antes no era así.
Cuando era pequeño, el país era gobernado por Nana Shimura, una mujer realmente justa y gentil, pero a la que lamentablemente asesinaron. Decían que fue un golpe de estado... y no tenía duda alguna de que así fuese. Después de todo, entraron a gobernar los actuales reyes e implantaron los impuestos mensuales y, por consiguiente, la nueva clase social denominada schiavu. Aquellos hombres se encargaron de cambiar y destruir toda la felicidad y justicia que había en el país.

Lo único que podíamos hacer era tratar de seguir viviendo, pero, aún así, me sentía impotente al no poder hacer nada. Quería salvar a mucha gente que era asesinada injustamente, pero... ¿cómo? Solo era un clase baja del montón sin voz ni voto.

Por eso, aunque sea, intentaría proteger a quien estuviese a mi alcance.

No iba a perder a Kacchan.

"Definitivamente, te protegeré."

Me dolía verle en ese estado.
Kacchan estaba sufriendo por la muerte de aquella mujer de la que pude deducir, era su madre.

Él estaba gritando mientras yo seguía aferrándome a no dejarle ir.
No quería perderle. No quería verle morir de la misma manera.

—¿Kacchan...? —murmuré al sentir cómo había dejado de moverse.

Solté poco a poco el agarre y me situé al frente de él para mirarle a los ojos.

Pude notar claramente todo el dolor que estaba sintiendo. Tenía la mirada perdida, entre lágrimas, llena de desesperación y no reaccionaba.

—Volvamos a casa —dije con cierta tristeza mientras se seguían escuchando los vitoreos de la gente por aquella atroz muerte—, por favor.

[...]

POV Narradora

Mientras tanto, en cierto lugar del bosque se encontraba un pelirrojo bastante sorprendido por lo rápido que había aprendido una joven de cabello verde oscuro.

—¡Genial! —exclamó Eijirou al ver la facilidad con la que Tsuyu había atrapado bastantes salmones en el río—. ¡Esto se te da genial, Tsuyu!

—Gracias —respondió sin poder evitar sentirse feliz al ser felicitada y saber que estaba siendo de utilidad.

Por otro lado, cierto rubio hacía un pequeño puchero al notar cómo fallaba todo el rato y a penas había capturado un solo pescado. Aunque, en realidad, Kaminari estaba un poco celoso.

Kirishima había sugerido ir a cazar salmones a la parte alta del río del bosque. Al ser Enero, estaban en la época perfecta para aquello debido al desove de los salmones. Una gran cantidad de ellos cruzaban el río a gran velocidad; eran tantos, que fácilmente podían ser atrapados al ser atravesados con unas de las lanzas de madera que Eijirou había traído consigo.

Tsuyu no tardó en darse cuenta cuál era el truco. Kaminari, por el contrario, seguía clavando la lanza en el río sin parar y fallando todo el rato.