Capítulo 55: Gracias, Yaomomo.

2.3K 388 156
                                    

—Gracias... —murmuró la schiavu ocultando su rostro, el cual estaba más rojo de lo normal.

El que su corazón latiera tan rápido probablemente se debía a la vergonzosa situación que había pasado.

Sí, probablemente.

[...]

Después de que Kyouka solucionase en el baño el pequeño inconveniente que tuvo, cuando salió de ahí pudo ver que Momo le estaba esperando para desayunar.

La cantidad diversa de comida que había en las bandejas sorprendió demasiado a la joven schiavu.

Croissants de chocolate, donuts, magdalenas, tostadas con mermelada de frambuesa, zumo de naranja, batido de fresa, café, leche...

—¿Ocurre algo? —inquirió Yaoyorozu, ya sentada junto a la mesa, al ver cómo Kyouka abría los ojos ante todo aquello.

—Ah, no es nada —reaccionó bastante nerviosa y dudando si de verdad podía permitirse aquello.

Al principio, y debido a las circunstancias en las que estuvo, no se había percatado, pero ahora podía contemplar con claridad la inmensa habitación de Momo. La cama doble que había en una esquina, el baño propio que tenía, los muebles y escritorios llenos de libros, los cuadros, la gran mesa situada al lado de la ventana y un pequeño estante a la izquierda de la puerta.

—¿De verdad... puedo? —preguntó Jirou sintiéndose incómoda al respecto.

Después de todo, ella no estaba acostumbrada a ese tipo de lujos.

La situación económica de Kyouka no había sido demasiado buena y por eso tuvo que separarse de su familia al convertirse en schiavus, así que todo aquello era nuevo para ella.

—Siéntete como en casa —respondió Momo con una cálida sonrisa.

Era demasiado amable.

—Gracias... —murmuró aún nerviosa y sin saber muy bien por dónde empezar.

[...]

Por otro lado, Todoroki no había podido conciliar el sueño. Desde que fue retenido en las prisiones del palacio, no había hecho otra cosa que pensar en Iida y en sus palabras.

Le extrañaba que no le hubiesen quitado sus pertenencias, entre ellas el cuchillo de plata que Tenya le mandó guardar, pero supuso que fue porque su padre no había ordenado que le revisaran.

Cuando amaneció, lo primero que le despertó fue la odiosa voz de Endeavor.

—Shouto, ¿ya has recapacitado?

Todoroki optó por quedarse en silencio y volver a cerrar los ojos.

—¿Sabes? Ayer el espectáculo fue magnífico —siguió insistiendo para conseguir que su hijo se viese interesado en el tema.

Y así fue. El joven de cabello bicolor abrió los ojos con terror al recordar la ejecución a Jirou y a aquella otra mujer.

—¿Qué quieres con todo esto? —comentó con rabia y aún sin mirar a su padre.

—Tú ya lo sabes perfectamente, Shouto —sentenció con una leve sonrisa—. Necesitas aprender y ser mi sucesor, pero veo que me llevará bastante tiempo hacer que lo comprendas... —agregó seguido de un suspiro—. ¿Cómo era que se llamaban el resto de tus "amigos"...?

—Déjalos en paz —interrumpió con asco al pensar en lo que su padre sería capaz de hacer—. No puedes intentar nada...

—¿Tanto te cuesta seguir mi buen camino? Eres el único hijo que puede sucederme, los demás eran unos inútiles que acabaron como tales.

—Cállate.

—Ya veo —suspiró Endeavor nuevamente—. En un rato vendrán los guardias a traerte el desayuno, ya sabes dónde puedes hacer tus necesidades —finalizó dirigiendo su mirada al rincón de la prisión—. Nos vemos, Shouto.

[...]

Cuando Jirou y Yaoyorozu terminaron de desayunar, las sirvientas se encargaron de recoger todo y de proporcionarle ropa nueva a Kyouka.

A Jirou le iba a costar acostumbrarse a llevar una vida de ese estilo. Tantos lujos y ningún problema; solo paz y tranquilidad al lado de Momo.

"Es demasiado bueno para ser verdad."

—¿Ocurre algo? —inquirió Yaoyorozu al ver cómo su schiavu suspiraba.

—Ah, no es nada, es solo que... —respondió nerviosa mirando a su alrededor para buscar una buena excusa, hasta que cierto cuadro llamó su atención.

En el pequeño estante que estaba a la izquierda de la puerta habían varios objetos, entre ellos un cuadro que destacaba por tener la imagen de Momo y otra chica a su lado que sonreía; también había unas palabras escritas en aquella foto, las cuales Jirou no podía comprender básicamente porque no sabía leer lo suficientemente bien.

—¿Es tu amiga? —comentó la joven schiavu algo más tranquila al cambiar de tema.

—Eso... —murmuró Yaoyorozu con una leve sonrisa triste—. Sí, somos amigas —agregó acercándose a Jirou y sosteniendo el pequeño cuadro entre sus manos con cierta nostalgia.

—¿Y qué pone? —siguió la menor tratando de seguir el tema de conversación—. Hay unas letras, pero no...

"Para Yaomomo, siempre mejores amigas" —leyó la noble con cierta tristeza.

—¿Yaomomo...? —repitió Jirou algo feliz; aquel apodo sonaba bastante bien.

—Así me llamaba —sonrió ante la pregunta de su schiavu—. Así me llamaba Ashido. Su nombre era Mina Ashido.

"¿Llamaba...? ¿Era...?"

Kyouka tardó unos segundos en comprender todo aquello. El tono de voz de Momo y la tristeza en sus ojos al ver aquella foto debía significar que aquella chica ya no estaba a su lado.

Quizás simplemente habían discutido y ya no se veían. A lo mejor se había tenido que mudar y ya no podían verse más.

O, tal vez, se había ido para siempre.

—Lo siento —murmuró la menor bajando el rostro levemente—, Yaomo...

Jirou se detuvo al darse cuenta de que lo había pronunciado por instinto.

—¡N-No te preocupes, puedes llamarme así! —agregó Yaoyorozu tratando de sonar alegre—. Me gusta —finalizó con amabilidad.

Kyouka sonrió levemente ante ello para después alzar su rostro y mirar a la joven noble a los ojos.

—Gracias, Yaomomo.

[...]

POV Kaminari Denki

Cuando desperté, sentí que tenía la cabeza apoyada en algo muy cálido.

No recordaba muy bien cómo me había quedado dormido la noche anterior; solo sabía que Kirishima, Tsuyu y yo habíamos estado hablando alrededor de una fogata.

"¿Quién...?"

Cuando abrí los ojos y miré hacia arriba pude ver que Kirishima estaba a mi lado.

"Tranquilízate, quizás esto es solo una alucinación de alguna seta rara que comí por la noche."

Volví a mirar hacia arriba para comprobar que era cierto, y sí. Kirishima estaba dormido y yo estaba apoyado en su hombro.

"¿Cómo es que estamos así...?"

Lo más probable era que me había quedado dormido sentado, pero, entonces, ¿por qué Kirishima estaba conmigo?

—Kaminari... —pude escuchar cómo murmuraba.

"Ah...

Así no se puede.

Así no puedo tranquilizarme."

[...]

Schiavus [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora