Capítulo 86: No me voy a volver a alejar de ti.

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POV Kirishima Eijirou

A pesar de que habíamos decidido quedarnos juntos a Uraraka a esperar, tarde o temprano tendríamos que irnos. Por las ganas de ir al baño o el hambre no podríamos estar todo el día en ese mismo sitio. 

Uraraka insistía en que iba a esperarla. Que tenía que esperar a una tal Himiko. 

Pasaban las horas y no aparecía absolutamente nadie. Esa persona no vendría pronto. Posiblemente, tardaría mucho. 

De todas formas, no sabíamos de qué otra manera intentar ayudar a Uraraka. Ella se negaba a hablar. Había cambiado. No era la misma chica alegre que conocí y de la que me hice amigo. 

—Ochako —llamaba Tsuyu, sin separarse de su lado y, como siempre, con esa gran amabilidad que la caracterizaba—. Tienes que comer e ir al baño. ¿Qué tal si vamos a la cabaña de Kirishima y luego regresamos a seguir esperando? 

—No. Himiko va a venir. Voy a esperarla.

Se negaba a aceptar nuestra ayuda, y así no íbamos a conseguir nada. 

[...]

POV Midoriya Izuku

El paso del tiempo se me hacía cada vez más lento. Los minutos parecían horas, y no podía seguir soportando los nervios que sentía. 

Necesitaba que me dejasen entrar. Quería ver a Kacchan. Quería asegurarme de que todo había ido bien. 

"¿Cuántas horas han pasado...?"

Tenía hambre y sed, pero no se comparaban con la desesperación por ver a Kacchan. 

"Ella me aseguró que todo iría bien... no debo preocuparme."

Pero esperar tanto hacía que me imaginase la peor de las situaciones. 

"Tengo que entrar en esa sala."

Sin importarme las consecuencias, opté por intentar colarme dentro del lugar en el que atendían a todos los enfermos y heridos. 

No había mucha vigilancia y los médicos entraban y salían todo el rato, por lo que no fue difícil. 

"Kacchan... ¿Dónde estás...?"

Intentando pasar desapercibido hice todo lo posible por buscar la camilla en la que lo tenían. 

Las salas de los hospitales nunca me habían gustado. Trataban a los pacientes en un mismo lugar, todos juntos y solo separados por unos pocos metros. Únicamente los más privilegiados podían permitirse un trato individual en una habitación a parte. 

—¿Qué hace usted aquí? 

La voz y la mano que sentí en mi hombro me hizo reaccionar, poniéndome nervioso y tragando saliva. 

—E-Eh... bueno, he venido a ver a alguien —expliqué, con la esperanza de que no me echaran antes de ver a Kacchan. 

—¿Le han dado permiso? —inquirió aquel hombre; parecía que no me creía—. ¿Cuál es el nombre del paciente? 

—Se llama Katsuki Bakugou, es rubio, de ojos rojos y... 

—Ah, ¿el schiavu de ahí? —me interrumpió, señalando con el pulgar una de las camillas que estaban en la esquina izquierda—. No debería moverse en varias semanas, pero es un schiavu así que da igual. Necesitamos la cama, llévatelo si quieres. Estorba. 

Estaría mintiendo si dijera que sus palabras no me importaron. Estaba cansado de que la gente considerase a los schiavus como algo "inferior". Sin embargo, en esos momentos solo quería verle, por lo que me dirigí lo más rápido que pude hacia él, sin poder evitar sonreír al darme cuenta de que todo había salido bien. 

—Kacchan... —llamé, apreciando la tranquilidad que transmitía su rostro cuando dormía. 

No pude evitar soltar algunas lágrimas. 

Definitivamente, nunca más permitiría que algo le volviera a ocurrir. Era la última vez que le hacían daño. No iba a permitir que Kacchan siguiera sufriendo. Él ya había sufrido demasiado, y verle en esa situación me hacía sentir inútil. 

"No me voy a volver a alejar de ti."

—¿Y bien? ¿Entonces te lo llevas o qué? —pude escuchar por detrás la voz de aquel señor. 

Sabía que Kacchan tenía que descansar. Necesitaba semanas de reposo y lo normal sería que lo tuvieran en observación durante ese tiempo en el hospital. No obstante, no quería dejarle solo. No iba a irme a casa sin él. 

—Si quieres dejarle aquí, adelante. Pero no vamos a cuidarle y no nos hacemos responsables de lo que pueda ocurrirle. 

[...]

POV Narradora

Chisaki y Dabi ya lo habían decidido. Al morir Shigaraki e inculpar a Himiko, por descarte eran ellos los que tenían la posibilidad de reinar; y no tenían pensado negarse. Todo lo contrario. 

La gente se desesperaba si no tenían una figura de liderazgo. Necesitaban saber que había un rey, alguien que se encargara de los asuntos del reino. 

Con dos importantes noticias que anunciar, el mensajero principal del pueblo siguió las órdenes dadas y se dispuso a promulgar las palabras que iniciarían el conflicto final. 

—¡Tomura Shigaraki ha sido asesinado! Desde de este momento, Kai Chisaki y Dabi liderarán el país. Y, como medida para limpiar el reino de escoria innecesaria, a partir de mañana todos los schiavus serán exterminados. Sin excepción alguna, todo aquel que tenga una cicatriz en forma de X en la mano será ejecutado. Los schiavus del calabozo serán los primeros en morir. 

[...]

Schiavus [Boku no Hero Academia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora