Avanzamos a nuestra segunda semana de "MADRUGADA CON DIOS", seguramente no ha sido fácil (siempre es más cómodo dormir hasta tarde que levantarse de madrugada a buscar Su rostro); sin embargo la disciplina es buena para quienes se dejan moldear por ella, por eso la importancia de seguir sin aflojar.
Esta semana les traigo siete cariñosos y enriquecedores devocionales, todos apuntan al abrazo que el Padre Celestial quiere darles a quienes están dispuestos a dejarse abrazar por Él. Permítete ser tocado por ese Papá celestial a través de estos cortos pero precisos escritos, de seguro el Señor quiere susurrarte algo al oído, sólo quienes hagan silencio para escuchar serán bendecidos:
1. Pozos vacíos
2. El rigido del león
3. Hosanna
4. ¿Quieres que los fríamos vivos?
5. Entrénate para la victoria
6. Puedes vencer
7. Estado de sitio
DÍA 1: POZOS VACÍOS
"Porque dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua" (Jeremías 2:13).
El hombre siempre ha buscado su independencia, desde el Edén mismo vemos esto cuando Satanás les susurró, "seréis como dioses". Pareciera que nuestra necedad nos impulsa a alejarnos de la fuente universal para buscar el sustento de la vida en nosotros mismos..., ¡que tontos podemos ser! Nada sacamos con realizar proyectos, levantar empresas, consolidar ministerios, hacer diversas tareas alejados de Dios, porque esos pozos aunque profundos, no serán capaces de mantenernos; sin embargo eso fue lo que hicieron los israelitas, abandonaron su fe en Jehová y se creyeron capaces de subsistir por sí solos, las consecuencias no se hicieron esperar: tragedias, corrupción, mentiras, crímenes y una sociedad enferma, ¡y eso mismo les espera a quienes se las dan de autosuficientes!
Lo mejor es volver a la a la fuente original, Él es un pozo lleno de bendiciones, ¿para qué recurrir a cisternas vacías?
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Temprano te buscaré, de madrugada oirás mi voz. ––David
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DÍA 2: EL RUGIDO DEL LEÓN
"Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?" (Amós 3:8).
¿Sabían que un león adulto pesa entre 150 a 225 kilos y que su rugido puede alcanzar entre 110 a 120 decibeles lo que hace que se escuche hasta unos 8 kilómetros a la redonda? Eso es muy fuerte además de aterrador, ¿verdad?. Por eso el profeta compara la voz de Dios con la de un león rugiendo, él sabía de lo que estaba hablando pero, ¿qué nos quiere decir en este versículo en particular?
He aquí mi interpretación:
"Cuando Dios pide de ti un trabajo ––cualquiera sea–– lo mejor es obedecerle sin replicar"; sin embargo muchas veces protestamos, nos excusamos o incluso intentamos adecuar su orden a nuestra conveniencia..., que ilusos podemos ser. ¡Cuidado! no sea que el León de Judá nos de un grito aterrador para acallar nuestra soberbia y sin más nos quedemos petrificados de horror. No juegues con el Rey.
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Jesús ha hablado; suya es la Palabra, nuestra es la obediencia. ––Dietrich Bonhoeffer
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
