«Le preguntó por tercera vez: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que Jesús le dijera la tercera vez: «¿Me quieres?». Le contestó: —Señor, tú sabes todo. Tú sabes que yo te quiero» (Juan 21:17).
Dos veces el Señor le preguntó a Pedro "¿me amas?", y dos veces el discípulo respondió "te quiero" ––fileo––, que es un tipo de amor menos comprometido que el ágape (me amas). Así que la tercera vez Jesús se pone en el nivel de Pedro y le hace la misma pregunta pero con un tono diferente, algo así: "Pedro, ya sé que no me amas pero..., ¿al menos me quieres?". Y el apóstol ya no pudo más, la "roca" fue quebrada por esas palabras cargadas de misericordia, gracia y perdón, no había condenación en Jesús, no le reprochó el haberlo negado.
La Biblia dice que Pedro se puso triste ¿y saben por qué? porque se había hecho un auto-examen de conciencia y había reprobado, sabía que aún no amaba al Maestro, que sentía cariño por Él, es cierto, por eso dijo: "Tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero".
Así mismo nosotros a veces sólo le queremos, pero Él quiere que le amemos.
Continúa en el siguiente día...
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
