«Nada trajimos al nacer y nada nos llevamos al morir. La gente trabaja duro para conseguir cosas, pero cuando muere no puede llevarse nada» (Eclesiastés 5:15).
El autor de Eclesiastés se caracterizaba por decir las cosas de manera incisiva, sin "pelos en la lengua" ––decimos en Chile––. En otras palabras, Eclesiastés presenta verdades francas, directas, al grano, "sin anestesia"..., ¡y esta es una de ellas! En este verso declara un acierto que todos conocemos pero que a no todos gusta: Nada trajimos a este mundo y nada nos llevaremos cuando lo dejemos.
Y si esto es así, ¿qué sentido tiene nuestra existencia? ––se pregunta el autor (vv. 16 y 17). La respuesta se la da él mismo: "Lo mejor que podemos hacer es disfrutar la vida porque ésta es muy breve" (v. 18). ¡Qué sabia recomendación! Sin embargo hemos de tomar en cuenta que este disfrute debe ser con mesura, de manera equilibrada y sin excesos, no sea que nos aloquemos y después suframos las consecuencias.
Entendamos esto: Somos seres finitos, así que mientras vivamos trabajemos, disfrutemos y seamos productivos porque además de tu mejor traje (el cual será roído por la humedad) nada podrás llevarte en el cajón.
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...