DÍA 109: Dios primero, el dinero después

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«Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas» (Mateo 6:24).

La mala interpretación de ciertos versículos como éste han hecho creer a la gente que las riquezas, los bienes materiales, las posesiones y todo lo que huela a dinero es malo; sin embargo no encontramos en las Escrituras evidencia alguna donde Dios aborrezca la prosperidad financiera, lo que sí encontramos es la firme enseñanza de que al Señor se lo debe amar por sobre todo y eso incluye la riqueza física. Así es, "Dios es y debe ser nuestra prioridad alfa, nuestro sujeto de amor, nuestro centro de adoración". Por eso Jesús declara que "no se puede servir a dos señores", es imposible dice Él dividir tu corazón en dos, o amas a Dios con todas tus fuerzas o no lo amas. Y como ejemplo pone el dinero porque bien sabe el Maestro que si no sabemos dominar el "money" él nos dominará a nosotros.

Por último hemos de aprender que a Dios se lo sirve "por lo que Él es" y no "por lo que podemos obtener de Él". A veces hacemos tanto hincapié en las bendiciones que olvidamos la fuente de donde provienen. Así las cosas, has del Señor tu único Dios y relega al dinero al lugar que le corresponde en tu vida, haciendo prosperarás de verdad.

DE MADRUGADA CON DIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora