«Entonces Samuel le dijo: —Hoy el Señor te ha arrancado el reino de Israel y se lo ha dado a otro: a uno que es mejor que tú.» (1ª Samuel 15:28).
¿Por qué conformarnos con ser buenos cuando podemos ser mejores? Y eso fue precisamente lo que ocurrió con Saúl. Él se conformó con ser un rey bueno ––al menos en los inicios de su reino––, olvidando un principio de vida: "lo bueno es enemigo de lo mejor". ¡Tal cual! Muchas veces nos estancamos en nuestro crecimiento, nos amoldamos a un sistema, nos sentimos cómodos con lo que hemos conseguido y ahí nos instalamos para vegetar; ya no crecemos, no estudiamos, no leemos, no nos capacitamos, no aceptamos nuevos desafíos, no desarrollamos nuevas destrezas porque "nuestro pequeño reino se ha consolidado". Que ilusos podemos ser, ¡siempre habrá otro que vendrá detrás con ganas de crecer! (superarse y avanzar); ese otro llegará a ser mejor que nosotros y nos arrebatará lo conseguido. Es la ley de la vida, irrefutable e inquebrantable.
¿SOLUCIÓN? Estudia, capacítate, termina la universidad, vuelve al seminario, desarrolla nuevas habilidades, potencia las capacidades adquiridas, amplía tu negocio, re-invéntate, de no hacerlo "uno mejor que tú tomará tu lugar".
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
