«Yo Te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que Me diste que hiciera» (Juan 17:4).
LECCIÓN.
Cuando entendí lo que el Maestro quería enseñarme en este versículo todo cambió dentro de mí, y eso espero que suceda con ustedes. Muchas veces vamos por la vida preocupados siendo que ese no fue el diseño original de Dios. Veamos pues.
Jesús nunca anduvo preocupado sino ocupado; él se mantuvo "concentrado" para de esta manera realizar un buen trabajo, al hacerlo glorificó a Dios. ¿Cómo lo logró? Le diré primero lo que NO HIZO: no sanó a todos los enfermos, no asistió a todas las invitaciones, no fue a todos los pueblos, no llenó su agenda con múltiples actividades; sin embargo cuando estaba en la cruz dijo: HE ACABADO LA OBRA. ¡Wow! Esto me hace pensar en lo que SÍ HIZO: "Se enfocó en lo que tenía que hacer", en lo importante y no en lo urgente.
Al comprender esto exclamé: ¡Ayúdame Señor a aplicar esto para así darte gloria a través de mi trabajo! Amén.
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...