«Contra Jacob no valen maleficios; contra Israel no sirven brujerías» (Números 23:23).
Pobre de Balaam, no sabía que las artimañas de brujas, los trabajos de hechiceros, las maldiciones de los necios no eran efectivos contra Israel. Tuvo que comprobarlo de primera mano para darse cuenta que sus conjuros nunca derrotarían "al favorito de Dios". Y así como Jacob estaba protegido contra toda esa sarta de boberías yo también lo estoy pues Jesús, el Señor, triunfó sobre el Reino del mal en la Cruz.
Cuando Su sangre bendita chorreó la madera y gotas gruesas cayeron en la tierra los demonios —y todos sus seguidores— corrieron a esconderse. ¿Por qué entonces tendría que temer los abracadabra de los servidores de las tinieblas? ¡Contra mí no hay hechizo, agüero, maldición, brujería o maleficio que prospere! Lo creo con firmeza y abrazo esta palabra. Amén!!!
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DE MADRUGADA CON DIOS
EspiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
