DÍA 68: Tiempo

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«Hay un tiempo para todo...» (Eclesiastés 3). 

LECCIÓN.

Vivimos en una sociedad controlada por el tiempo, siendo en muchas ocasiones esclavos de él. Pero la verdad es que el tiempo no es un dios, tampoco un titán y mucho menos un verdugo, es simplemente un recurso dado por Dios a todos los hombres desde la creación hasta la actualidad, y lo seguirá siendo hasta el final de las eras; sin embargo, este valioso recurso no es usado por todos de la misma manera, algunos lo usan adecuadamente, otros lo malgastan irremediablemente. Que pena por ellos, el tiempo no se detiene y algún día nos pasará factura. 

En fin, al Eclesiastés 3 suspiro un ¡amén!, relajo mis hombros y digo: "No es mi tiempo el que importa sino el de Dios. Él desplegará la belleza de todo en su momento, no en el mío". Entonces le presento mis problemas y le permito ––y me permito a mí mismo–– que se ocupe de ellos cuando el tiempo sea correcto. Luego, tomo mi lista de cosas por hacer y realizo lo que puedo; el resto puede esperar. Una paz indescriptible recorre mi cuerpo cuando este ejercicio se hace un hábito. 


DE MADRUGADA CON DIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora