«Al final de cada siete años, perdonarás las deudas que otros tengan contigo. Se hará de esta manera: Cualquiera que le haya prestado dinero a otro israelita, le perdonará la deuda. No intentará que le pague, porque un tiempo de perdón de deudas ha sido anunciado en honor del Señor» (Deuteronomio 15:1-2).
Existía una ley en tiempos del Israel primitivo la cual decía que cada siete años las deudas de todos eran perdonadas. Esto era considerado como "un nuevo comenzar", algo así como nuevas oportunidades para "levantarte", "rehacerte", "borrón y cuenta nueva". Era una ley maravillosa que te animaba a creer en un nuevo mañana.
Yo creo que esa ley también aplica hoy, aunque de manera diferente: "Dios te dice que tus adicciones, problemas personales, adversidades matrimoniales, crisis financieras, temores, angustias, escasez, enfermedades y todo aquello que te mantiene endeudado con la vida NO SERÁ PARA SIEMPRE, que llegará el día en que se cancelará todo y podrás comenzar de nuevo". No sé ustedes pero yo creo que éste es mi séptimo año y al fin seré libre de mi atadura porque Aquél que podía pagar la deuda ya lo hizo. ¡Amén!
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DE MADRUGADA CON DIOS
EspiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
