«No tengas miedo, pues yo estoy contigo; No temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa» (Isaías 41:10).
LECCIÓN.
Al leer palabras como éstas algo sucede dentro de mí (es como si mi alma se calmara y mis pensamientos experimentaran un sosiego difícil de explicar). ¿Qué es? ––me pregunto––, entonces lo entiendo: En ciertas ocasiones cuando leo la Biblia recibo un "rhema de Dios", ¡es el Señor soplando su Espíritu creador sobre mí! Y al hacerlo me anima, me fortalece, me arenga y pone orden en mi caos; y dicho soplo es tan potente que me hace creer que a pesar de todo lo difícil que pueda resultar mi vida hay Uno que no me deja, más bien me abraza, me apaña, camina conmigo y me dice, "tranquilo mi niño, Yo estoy contigo", entonces cierro los ojos para hamacarme en su Presencia donde al fin puedo dormir en paz como un bebé en brazos de su madre. ¿Alguien dice amén?
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
