«En el camino, pasaron por donde estaba una mujer que había estado enferma durante doce años. Su enfermedad le hacía perder mucha sangre. Al verlos pasar, la mujer pensó: "Si tan sólo pudiera tocar el manto de Jesús, con eso quedaría sana". Entonces se acercó a Jesús por detrás y tocó su manto. Jesús se dio vuelta, vio a la mujer y le dijo: "Ya no te preocupes, tu confianza en Dios te ha sanado". Y desde ese momento la mujer quedó sana» (Mateo 9:20-22).
La mujer de esta historia se conecta mucho conmigo pues yo al igual que ella ando en búsqueda de mi felicidad, ando buscando "un toque del favor de Dios". Pero llegar a Jesús no le fue fácil a esta mujer, la multitud se le oponía, y eso mismo ocurre con cada uno de nosotros, ¡la vida muchas veces se opondrá a tu felicidad! Sin embargo debes abrirte paso, ¿sabes por qué? Te lo diré: Porque por más capacidades que uno tenga, por más recursos, habilidades, conexiones o pasión sólo con un toque de Su favor ese emprendimiento, proyecto, meta, trabajo, ministerio, carrera, familia o milagro ocurrirá..., ¡debes buscar el toque de Dios!
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DE MADRUGADA CON DIOS
EspiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...