DÍA 130: No te metas con una mujer brava

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«Sísara estaba tan cansado que se quedó dormido. Mientras tanto, Jael fue a conseguir una estaca y un martillo, entró sin hacer ruido y clavó la estaca en la sien de Sísara. La estaca le atravesó la cabeza y se enterró en la tierra. Así fue como murió Sísara» (Jueces 4:21).

El accionar de Jael, esposa de Heber, aunque macabro tiene su trasfondo que vale la pena explicar. Resulta que Sísara era enemigo de los hebreos y había causado mucho daño en la nación israelita y Heber, esposo de Jael lo protegía quebrantando la alianza de mutua protección que los ceneos, pueblo que lideraba Heber y los israelitas tenían desde hace siglos. Heber era descendiente directo de Jetro, suegro de Moisés; ambos patriarcas antiguos se habían jurado lealtad entre sí pero claramente Heber no cumplió, por eso cuando Jael tuvo oportunidad no dudó en "mandar al diablo" al asesino de Sísara y con ello restablecer la antigua alianza entre el pueblo de Moisés (los israelitas) y el de Jetro (los ceneos).


Ahora me pregunto, ¿será que Heber se atrevió a pedirle cuentas a su mujer Jael por lo que había hecho? No lo creo, es decir, tendría que haber sido muy tonto para pedir explicaciones a una mujer así. Yo no lo haría 😀

DE MADRUGADA CON DIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora