«Pero yo te restauraré y sanaré tus heridas» (Jeremías 30:17).
LECCIÓN.
Mientras avanzamos por los caminos de la vida surgirán obstáculos ––lo queramos o no––, algunos de ellos nos provocarán caídas, golpes, heridas que requerirán de cuidado especial (por si no lo sabías la vida suele ser dura). Y es esa justamente una de las especialidades de Dios, curar y restaurar las vidas maltrechas; Él es experto en componer lo que se ha roto.
¿Quiere alguno recibir sanidad física, mental y emocional? ¿desea que su matrimonio, hijos, trabajo, negocio, finanzas, proyecto, carrera, ministerio sea restaurado? ¿le urge que su espíritu reciba sanación? ¿la caída que sufrió fue tan grave que aún no logra levantarse? Acérquese a Aquel que es capaz de levantarlo, Él quiere y puede hacerlo..., solo basta creer y recibir.
Por tanto, la clave de esta enseñanza se resume en tres poderosas palabras: acercarse, creer y sanar. ¿Será que alguno de mis lectores necesita con urgencia una sanidad integral?
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...