No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho (Filipenses 4:6).
Recuerdo que hay épocas en mi vida donde me acuesto preocupado por el mañana: ¿Cómo pagaré mis deudas? ¿qué vamos a comer? ¿de qué manera podré solucionar esto? Preguntas como éstas suelen ser "mi pan diario" cuando atravieso esas épocas, así me la paso todo el día y así mismo me acuesto, con mi cerebro trabajando toda la noche sin descanso. Esas épocas de incertidumbre han ido pasando poco a poco quizá porque he ido comprendiendo e interiorizando la fórmula que la Biblia nos ofrece cuando esos días malos vienen: Pide, agradece y dalo por hecho.
Pero pedir, agradecer y dar por sentado que sucederá es un proceso que lleva años interiorizar. Yo no soy experto en ello pero una cosa sé, pasarme toda la noche preocupado no me lleva a ninguna parte. ¿Saben qué es lo que hago cuando esos días malos vienen? Cierro mis ojos y digo: "Señor, yo no se cómo lo vas a hacer, no se de qué manera lo vas a hacer, no tengo idea cuando lo vas a hacer pero sí sé que lo vas a hacer. Descanso en ti porque Tú me sostienes, lo hiciste ayer, lo hiciste hoy, lo harás mañana". Y cierro mis ojos creyendo que todas las pruebas vividas y las que me faltan aún por vivir me harán cada vez más fuerte, más sabio y más experto en esto de PEDIR, AGRADECER Y DARLO POR HECHO.
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DE MADRUGADA CON DIOS
SpiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...
