«Los chismes son como deliciosos bocaditos, pero penetran en lo profundo del corazón» (Proverbios 26:22).
Salomón lo sabía perfectamente, los rumores, los secretos maliciosos, los "cuentos de viejas" y todo lo que huela a chisme son ––para ciertas personas–– golosinas sabrosas que les resultan imposibles de degustar. Sin embargo el mismo Salomón nos advierte lo que ocurre una vez hemos escuchado o regado el chisme, "penetran en lo profundo del corazón". Otra versión dice: "Los chismes son muy sabrosos, pero también hacen mucho daño".LECCIÓN: No seas parte de la cadena chismográfica, no emitas chismes, no los escuches, no los transmitas y no sonrías con ellos. Lo único que el chisme produce es dolor, vergüenza, descrédito y corrompe la imagen del chismoso y del que lo escucha. Di conmigo, "chisme..., ¡FUERA DE AQUÍ!".
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DE MADRUGADA CON DIOS
EspiritualEn esta obra --en construcción-- agrupo las reflexiones que a diario publico en mis cuentas sociales a primera hora de la mañana, por lo general en las madrugadas, de ahí el nombre del libro. He venido subiendo estas reflexiones desde hace meses en...