DÍA 95: ¿Me ayudas a reparar el techo?

29 1 0
                                    

«Como no podían acercarlo a Jesús por causa de la multitud, quitaron parte del techo encima de donde estaba Jesús y, luego de hacer una abertura, bajaron la camilla en la que estaba acostado el paralítico» (Marcos 2:4).

LECCIÓN.

Muy bonito el gesto de los cuatro amigos del paralítico pero siempre me he preguntado, ¿quién de toda la multitud reparó el techo una vez que todo acabó? Ya saben, cuando el "culto, evento, campaña, reunión, concierto" terminó. Una cosa es cierta: Los emocionales de siempre no lo arreglaron, los criticones que abundan tampoco lo hicieron, los que fueron movidos por la curiosidad tampoco lo hicieron, los miembros del club "¡Bendíceme Señor!" no lo repararon, tampoco queda claro que los que abrieron el agujero luego lo arreglaron.

Entonces, ¿quién lo reparó? Les diré quien lo hizo: Un verdadero seguidor de Jesús, uno que lo seguía no por los milagros, no por la novelería, no por la muchedumbre, no por la sensación, sino por lo que el Maestro es. La persona que reparó el techo conocía el verdadero significado de ser un siervo: uno que hace el trabajo sucio cuando todos se van, uno que labora tras bambalinas, es humilde, dispuesto, amable y acomedido. Ese tipo de personas son las que debemos ser, ¡uno que se suba a reparar techos!


DE MADRUGADA CON DIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora