Capítulo 4

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 Verónica y David se encontraban en el suelo del cuarto de baño, ambos desnudos y con la chaqueta que el llevaba haciendo de barrera entre el frío suelo y sus cuerpos. David acariciaba el cabello de Verónica y disfrutaba del momento. Había sido increíble. Todo en ella era increíble para él. Aún recordaba como se le había iluminado la cara cuando se dio cuenta de que él estaba detrás de ella, y como se ocultó tras la puerta para evitar que ella lo viese. Sonrió para si mismo. Jamás se podría haber imaginado que esa clase de cosas iban a hacerlo feliz.

-¿Con quien fue?

La pregunta la pilló por sorpresa, pero sabía que en algún momento se la haría. Verónica estaba en su pecho escuchando el latir de su corazón, y era como si todos sus problemas dejasen de existir a cada latido que daba. Como si ese sonido fuese capaz de absorber todos sus problemas y darle energías al mismo tiempo.

-Fue con Derek. Mi primer novio y fue una despedida. Ahora el vive en el extranjero con sus padres.

David asintió, aunque una parte de él no soportaba la idea de imaginársela con otro hombre sabía que pertenecía a su pasado.

-¿Con quien fue la tuya?

David apretó los labios. Verónica percibió como sus músculos se tensaban ligeramente durante una fracción de segundo. Fuese con quien fuese, sabía que se arrepentía de ello.

-Con Sasha.

Verónica se incorporó un poco y lo observó, ya sin importarle el hecho de que aún estaba desnuda. Con David sentía que lo conocía de toda la vida y esa confianza que se daban el uno al otro era difícil de describir.

-La chica que intentó matar a mi padre.

Su voz fue mas dura de lo que pretendía, pero probablemente aquella había sido la peor noche de su vida. Incluso mas aún que la que vivió hacia ya unos tres años. Si nadie hubiese entrado en su antigua casa esa noche no habría tenido que separarse de David. Se había vuelto muy crítica en cuestión de días, y ese era un cambio que la asustaba.

-Creo que ya es hora de que te vaya explicando cosas.

Verónica le mantuvo la mirada apretando los dientes. Era la primera vez en su vida que no iba a aceptar una explicación a medias. Estaba harta de no formar parte de la vida de David completamente, aunque lo que acababa de pasar en ese cuarto de baño los hubiese unido aún más. David se sentía extraño. El roce de la piel de Verónica provocaba una sensación que le gustaba demasiado como para poder concentrarse en una conversación. Jamás le había pasado nada de eso con ninguna otra. Y había habido muchas otras, pero todas esas mujeres se habían reducido y aumentado al mismo tiempo materializándose en esa chica de flequillo recto y ojos azules oscuros. Oscuros. Como las dos semanas que había pasado sin ella.

La vio asentir mojándose los labios, y David no pudo evitar colocarle una mano en el rostro y acariciárselo con suavidad. Verónica se dejó invadir por aquella caricia y sintió como sus hormonas volvían a responder ante la química que los unía.

-Cuando conocí a Sasha aún era un crío. Estaba perdido y ella logró perderme aún más. Maek la contrató para hacerse pasar por una chica corriente que estaba enamorada de mi y usó el cariño que yo sentía por ella y lo gilipollas que era para manipularme aún más de lo que ya hacía. Llegué a ver solo por sus ojos y solo me importaba lo que ella pensase. Era como si todo lo que ella quería yo tuviese que conseguírselo. Creía que eso era lo que significaba ser hombre, y de no ser porque Maek consiguió lo que quiso ella aún actuaría como si me quisiese. Me alejó de todos y me hizo hacer cosas que en aquel momento jamás habría aceptado hacer. A Maek le preocupaba que quisiera intentar salir de su banda, pero en lugar de matarme como habría hecho con cualquier otra persona, contrató a Sasha. Bueno, Sasha ya llevaba años trabajando para él, pero era de las pocas a las que no las obligaban a venir en camionetas sin saber donde iban a parar.-miró cauto a Verónica tras decir aquella frase, y le dio tiempo suficiente para que preguntase lo que quisiese, pero la chica siguió en silencio y a la espera de que continuase hablando.- Sé que él en el fondo Maek me tiene aprecio por todos los años que llevo con él, pero el aprecio en una persona así vale tanto como una botella vacía en el desierto. Tienes la botella, pero no hay nada dentro. Y lo que hizo... ¿Sabes lo que es querer a alguien que finge quererte? -David cogió aire y le sonrió apesadumbrado.- Tal vez por eso me molestó tanto lo que dijeron tus padres. Yo no finjo cuando se trata de ti, ojos azules. He fingido muchas cosas, pero no quiero que dudes de lo nuestro.

CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora