El hombre asintió con la cabeza.
-Salí de la cárcel hace cosa de cuatro meses. A mi mujer le quitaron una ayuda económica a mi salida de prisión y no he encontrado trabajo, por eso me vi obligado a robar.
David dio un bocado a la hamburguesa y desvió la mirada hacia el frente. Pedro lo seguía mirando y a él le ponía la piel de gallina que no fuese capaz de ver que Maek iba a ir a buscarlo, y que toda persona que se interpusiese entre su jefe y lo que éste quería acababa muy pero que muy mal.
Después de acabarse la cocacola, comenzó a escuchar un murmullo general en la entrada, como si algo importante estuviese ocurriendo. Sin dudar de qué era lo que sucedía, David se levantó y dejó la lata en el asiento.
El primer disparo no tardó en llegar cuando un policía se interpuso entre alguien que quería entrar en la comisaría y la entrada. David sabía que era un disparo de aviso y que ni tan siquiera era Maek quien había disparado. Sin lugar a dudas su jefe iba armado, pero lo conocía tan bien que sabía que era un francotirador el que había apuntado al policía que se había interpuesto entre Maek y la zona de la celda. Asustado, un policía entró corriendo y se escondió detrás de un mostrador en gris. No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que había sido ese policía en concreto al que el francotirador había disparado. David se percató de que tenía un hilo de sangre en el rostro. Fuese quien fuese el hombre que había disparado, había controlado tan bien la distancia y el tiro que tan solo le había hecho un rasguño en un lado de la cara. Maek siempre lo hacía todo bien, a pesar de pasarse la vida apestando a alcohol, era uno de los hombres mas calculadores y fríos que David conocía. No tenía escrúpulos, y de no ser porque estaban en una comisaría, habría matado sin dudarlo él mismo al policía.
David intercambió una mirada con Pedro y le negó con la cabeza.
-No te metas en medio.-le dijo David, a sabiondas de que Pedro podía resultar herido si osaba interponerse ante Maek.
David vio aparecer a su jefe y se percató de como los policías se apartaban a su paso. El rubio de ojos verdes estaba franqueado por otros cuatro hombres que a diferencia de él, iban armados con armas tan grandes que harían correr en zigzag a cualquier hombre. Los ojos de su jefe se perdieron en los suyos unos instantes, y David sintió como Maek se hacía dueño de todo a medida que avanzaba hacia él. Su rostro estaba crispado en una mueca de enfado que hizo que a David le temblasen las piernas sin pretenderlo, aunque aparentó que estaba bien y que no ocurría absolutamente nada. Se recordó a si mismo que debía de estar enfadado, pero temía por su vida y su salud si se enfadaba mientras Maek lo miraba con tal expresión de ira. Jamás lo había visto así. David nunca le había dado motivos. David jamás había fallado en una operación o en un plan. Maek lo sabía, por eso estaba furioso. Le echaba las culpas del fallo a David. Por eso había ido él mismo a buscarlo en lugar de mandar a otros que lo hiciesen.
A su lado, sintió como Lolo daba un paso hacia la pared y se ponía tenso. Había reconocido a Maek. Era imposible que alguien como Lolo, acabado de salir de la cárcel, no lo reconociese. Y aunque alguien no lo hubiese visto jamás, la mera presencia del hombre hacía echarse a temblar, mucho mas ahora que iba franqueado con cuatro de sus hombres a los que él mismo llamaba sus hombres de confianza.
David se percató de cómo uno de ellos lo miraba y le sonreía. Era Abel, y a pesar de que se había visto obligado a pegarle en muchas ocasiones, David había entablado conversación con él demasiadas veces como para que le resultase totalmente indiferente. Aquella sonrisa era de apoyo, nada que ver con la sádica que tenía Sean en sus labios. Probablemente, este último se estuviese imaginando el castigo que Maek le impondría y estaría deseando que le tocase a él propinárselo. Ese hombre era el que había violado a Cat aquella noche en la que David durmió con Verónica y ella pagó las consecuencias de sus actos, y la violó con mas fuerza y mas violencia que todos los demás. Él había sido el responsable de los puntos que la chica había tenido en sus partes y en demás zonas de su cuerpo. Desde el momento en el que ese maldito hombre se atrevió a ponerle una mano encima a Cat, David se la tenía jurada. Después de que pudiese eliminar a Maek, si es que no lo mataban antes a él, Sean iba a ser el siguiente. Por Cat. Y también para que ninguna otra mujer se las tuviese que ver con ese engendro. Y porque si no lo hacía él, difícilmente iba a hacerlo otra persona. Tal vez debiese de volver a ser cruel y a convertirse en Cobra si en algún momento tenía la posibilidad de matar a Sean. Ese hombre se merecía de todo menos una muerte rápida.
Su jefe seguía caminando sin amedrentarse ante nadie cuando Pedro apareció armado y se colocó frente a él. A su lado, otros cinco policías se interpusieron y otros cuantos los rodearon y se escondieron como pudieron con los pocos muebles que tenía aquella sala a modo de escudo, dejando sobresalir sus armas de su protección para disparar en caso de que fuese necesario. Pobres, pensó David. Sólo hizo falta que Maek levantase una mano y disparos procedentes de fuera inundaron la comisaria. Tenía a mas de un francotirador colocado en las afueras. Eso era algo que David esperaba, pero que a excepción del policía que había entrado escondiéndose de él minutos antes, ningún otro policía podría saber.
-¡Parad! ¡Todos quietos!
La voz de Hugo hizo que Maek volviese a levantar una mano y los disparos provenientes del exterior que habían herido ya a dos policías cesaron. David reconoció con rabia a Velasco y vio como un disparo le había alcanzado en la pierna. Se mantuvo impasible pero en su fuero interno se preocupó por aquel hombre que ahora estaba en el suelo y se agarraba la pierna con dolor. Pedro se acercó a él con rapidez y apretó la herida con fuerza. Luego el padre de Verónica comenzó a murmurarle algo al policía herido.
David pudo ver como sus labios gesticulaban la palabra tranquilo, pero no llegó a escucharlo porque Pedro habló en un tono muy bajo y porque sentía como el corazón le latía con tanta fuerza que lo notaba en la garganta y en la cabeza al mismo tiempo.
-¡Fuera todos de aquí!-siguió gritando Hugo.
Nadie se movió. Nadie sabía si aquella frase iba dirigida hacia los hombres de Maek o hacia sus propios hombres. Nadie excepto David. El chico sabía perfectamente que Hugo no se atrevería a formular una orden dirigiéndose a Maek.
David tembló cuando le aguantó la mirada. El hombre de las mejillas siempre rojizas por el alcohol tenia la mirada puesta en él, y David no pudo evitar tragar saliva al ver que era lo que se le venía encima.
Mil gracias por leerme. Os voy a subir dos capítulos más a parte de este porque hoy por su fuego ha alcanzado las 100k de visualizaciones!! No sé como deciros ya que sois increíbles! Besos y abrazos, 100000 de ambos!
IG: itssarahmey
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CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)
Teen FictionHISTORIA COMPLETA. Segunda parte de la saga ciudades y de #ciudaddeniebla antes #porsufuego. #1 en novela juvenil: 22/07/18-31/10/19 #1 en peligro: 3/8/18 #1 en amor juvenil: 8/8/18 #1 en misterio 26/11/18 #3 en aventura 12/09/18 David ya está de...