CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)

Capítulo extra 2.2

Ella bufó.

-Dudo mucho que fueses capaz de seguir alguno de mis temas de conversación.

Jota se puso serio. Le estaba subestimando, pero una parte de él agradeció que ella hubiese aceptado hablar con él, o al menos, que no le diese una negativa rotunda y se marchase lejos de él. Tenía una oportunidad con ella, pequeña e improbable, pero iba a aprovecharla.

-Ponme a prueba.

Ella lo observó como si estuviese loco. ¿Qué iba a saber él de todas las cosas que a ella le gustaban? Cosas como el arte, con todo lo que esa pequeña palabra englobaba.

-Supongo que no sabría cómo hacerlo.-comentó ella, posando los ojos en la luna menguante.

-¿Qué libro leías?

Eva no sabía a donde quería llegar el chico y una parte de ella se negaba a abrirse ante él.

-Jane Eyre. No creo que lo conozcas.

-Claro, ¿quien iba a conocer a Charlotte Brontë y a una de las primeras novelas feministas?

La chica abrió los labios cuando él dijo el nombre de la autora, pero lo hizo aún más cuando él siguió hablando.

-No te imaginaba leyendo ese tipo de libros.

Eva se le quedó mirando, interesada y dejando de lado su faceta defensiva.

-¿Por qué no?

Él posó sus ojos en ella y algo en el estómago de ambos vibró. No eran mariposas. Eva se había comido las mariposas hacía ya tiempo. Ella no creía en esas cosas que daban poder a otras personas sobre ella misma. Aunque sí creía que había personas capaces de empoderar a otras y hacerlas mas fuertes, pero pensaba que jamás se encontraría con una así en toda su vida. Jota no podía ser esa clase persona. ¿Verdad que no? Aunque ella no sabía nada sobre él. ¿Por qué no podía ser Jota esa clase de persona? Hay personas que sorprenden para bien.

-No te imagino leyendo ese tipo de libros.-repitió a modo de respuesta.

Mantenían la mirada el uno el otro. Los dos tenían los ojos claros, pero su tono de verde era totalmente distinto uno de otro. El de Jota era más oscuro, pero más alegre. Ella esbozó una pequeña sonrisa, mitad educada mitad condescendiente.

-Leo todo tipo de libros. Todos son capaces de enseñarme algo.

Jota la miró con algo de suficiencia, pero la amabilidad seguía en cada poro de su piel.

-Las personas de la vida real también somos capaces de enseñar cosas, pequeña lectora.

Ella rio con suavidad.

-Nunca he dicho lo contrario. -respondió, dejándose caer la espalda en un árbol cercano y dejando escapar de su cabeza lo que llevaba tiempo pensando- ¿Por qué consideras aquel lugar la boca del lobo?

Él la imitó y también dejó caer la espalda en el mismo árbol que ella, pero a diferencia de la chica, él se escurrió hasta el suelo. Eva dudó unos instantes hasta hacer lo propio. Jota se tomó un tiempo para responder, pensando que Eva no tenía ni idea de dónde había estado buscando a David.

-Porque nada bueno puede salir de ese lugar.-respondió con la cabeza dejaba caer también en el árbol.

No se había dado cuenta de lo cansado que estaba hasta aquel momento. El haber estado toda la tarde con Cat, consolándola, lo había hecho evadirse del tiempo totalmente. Lo único que sabía después de estar con la chica, era que quería volver a ver a Eva.

-Creo que no vamos a volver a vernos.-prosiguió él, antes de darle más tiempo a ella para hablar y para tratar de averiguar nada sobre dónde se estaba metiendo Verónica.