Capítulo 76

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David sintió que le arrancaban el alma de un bocado al ver como Jorge se interponía entre un segundo disparo y su cuerpo. Alrededor seguían escuchándose disparos, gritos e insultos por todos lados. El olor a sangre no tardó en llegar a los sentidos de David y tuvo que recomponerse como pudo. Apuntando con su arma a la cabeza del hombre armado le disparó tan rápido que ni tan siquiera le dio tiempo a reaccionar.

-Te dije que no era fácil de matar, cabrón.-dijo con rabia al ver la bala atravesar su frente.

El hombre cayó de bruces al suelo mientras David se acercaba a Jorge. El disparo había impactado de lleno al policía y David esperaba lo peor casi con lágrimas en los ojos.

-Jorge...-lo llamó con una voz tan asustada que ni tan siquiera creía que fuese suya.

-Estoy bien muchacho.-le dijo Jorge incorporándose.- Llevo chaleco.

David se relajó y miró a su alrededor. Si alguien lo veía preocupado por un policía...lo mirase de la forma en la que lo mirase, esa noche probablemente sería su última noche. Pensase lo que pensase desembocaba en eso. En su funeral si es que alguien quisiese organizárselo. El pensamiento de Verónica se le vino a la cabeza mientras Jorge se levantaba y apresaba a otro de los hombres de Relf.

El padre de Verónica lo miraba sin entender, como si se acabase de dar cuenta de algo. David le dirigió una mirada furibunda y le apremió.

-¡No te quedes ahí y haz algo útil!

Pedro vio como David se levantaba y le daba un puñetazo a un hombre de Relf que iba a disparar a uno de los policías amigos de Jorge con los que estuvo esa misma tarde. Velasco se lo agradeció con una mirada al tiempo que se acercaba al hombre que había caído al suelo por el golpe con intención de apresarlo. El hombre se levantó en ese momento y quiso disparar al policía, pero David volvió a ser más rápido y lo mató en menos de una fracción de segundo. Velasco lo observó asombrado, pero ni tan siquiera él fue capaz de ver las intenciones de Pedro hasta que no volvió a acercarse a David. El chico estaba de espaldas y no vio venir la patada que Pedro le propinó, haciendo que cayese al suelo. Luego Pedro se tiró rápidamente encima de David y con una sonrisa en los labios le puso una esposa. Sólo una. David movía su otra mano con tanta fuerza que le era imposible agarrarle la otra mano. Aún así, Pedro siguió intentándolo mientras hablaba.

-Quedas detenido por la muerte de este hombre y de uno mas, además de por tráfico ilegal de armas. Ojalá te pudras en la cárcel Cobra. Te juro que me encargaré de ello.

David estaba tan sorprendido y enfadado al mismo tiempo que ni tan siquiera fue capaz de responder. ¿Cómo había llegado a esto? La situación lo superaba porque era algo fuera de su control, y él odiaba no tener las cosas bajo control.

Hola personitas preciosas! Este capítulo es cortito y por eso os subo enseguida otro largo. Gracias por leer y un abrazo!

IG: itssarahmey

CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora