Verónica seguía en la cama. Se había puesto un vestido negro desenfadado y esperaba a David, triste. No había comido nada. No se había movido. Tan sólo quería hundirse un poco mas en lo mal que se sentía en aquel momento. El mensaje que había recibido aquella tarde no había sido de David. No sabía nada, dolorosamente y absolutamente nada de él.
Había sido de Rubén. El chico que al parecer siempre estaba para ella. Le había pedido perdón una infinidad de veces y tenía al menos unas cincuenta llamadas perdidas de él. Verónica sabía que tenía que hablarle en algún momento. Contarle que no quería que él estuviese triste porque eso era lo último que ella quería. Rubén volvió a llamarla en ese momento, y ella se quedó mirando la pantalla.
Suspiró y se colocó el móvil en la oreja.
-En algún momento tendrás que perdonarme.-dijo Rubén antes incluso de darle tiempo a ella de hablar.
-¿Por qué tuviste que meter a mi hermano?
Verónica tenía tantas ganas de llorar que apenas podía hablar.
-Porque creo que pueden hacerle daño si sigues viéndote con ese chico.
Verónica sintió como el nudo en la garganta comenzaba a dolerle.
-Amo a ese chico.-lo defendió con furia.
-Y creía que también amabas a tu hermano.
-Rubén, estas siendo injusto. David no dejará que le pase nada. Ni a mi tampoco.
Escuchó una respiración fuerte al otro lado y ambos se quedaron en silencio. Verónica no lo aguantó y colgó. Ruben la llamó otras cuatro veces hasta que ella volvió a responder, pero antes de hacerlo, se desahogó llorando un rato.
-Rubén, ya te dije que no quería saber nada más de ti. Yo quiero a David y me siento fatal por lo que he hecho contigo y por todo lo que me has dicho de mi hermano. No quiero volver a saber de ti. Métetelo en la cabeza.
-Vero...por favor...tan sólo te pido una oportunidad. Déjame hacerte feliz. Por favor. No hay nada que vaya a hacerme más feliz a mi.
-Rubén por favor, no insistas. Yo no siento por ti lo que debería de sentir. Esto está mal. Y tengo que contárselo a David. No puedo quedarme con esto dentro. Así que déjame.
-No cuelgues otra vez.-pidió Ruben viendo las intenciones de la chica.
La persona al otro lado de la linea suspiró con pesar. Si Verónica pudiese haberlo visto no habría podido reprimir el hecho de darle un abrazo al verlo llorar. Ella era así de dulce. No soportaba que otra persona estuviese mal. Siempre trataba de ayudar a que todo el mundo se sintiese bien y estuviese cómodo. Cuando decía que quería ser psicóloga, lo decía de verdad. Su pasión era ayudar a los demás, hacer que se sintiesen mejor. No le importaba lo difícil que fuese conseguir que alguien se sintiese bien, ni mucho menos hacer lo que fuese dentro de lo posible para sacar a alguna persona de una situación difícil. Ella se volcaba con las personas. Esa era su forma de ser. Si podía hacer algo, lo hacía. Apretó los puños con fuerza.
-Tú no hiciste nada.
-Sí que lo hice. No debería de haber entrado en ese cine contigo. Y para colmo, dejé que me besases.
Rubén bufó con rabia por el dolor.
-Unos dos segundos.
El chico sintió una punzada en el pecho al darse cuenta de que eso era todo lo que iba a sacar de Verónica. Unos dos segundos.
-No debería de haber existido ni un solo segundo de esos dos.
A Verónica le tembló la voz y Rubén se percató de que ella estaba a punto de echarse a llorar. Rubén sintió como las lágrimas que salían de sus propios ojos iban en aumento.
-Siento en el alma haberte provocado esto. Si es lo que quieres no volveré a hacerlo nunca mas, pero por favor, no estés triste por algo que he hecho yo, y por favor, ¡por favor! ¡no te alejes de mi! Te prometo que me mantendré como tu amigo. Sólo como eso. Que jamás trataré de intentar nada mas, pero Verónica por favor...no quiero perderte.
Verónica lo escuchó sorberse la nariz y supo que estaba llorando. La chica se llevó una mano a la boca para ahogar un sollozo. Tan sólo podía pensar en que no sabía como se tomaría David aquello.
-No, la que debe disculparse soy yo, no quiero que tú estés mal, sólo estabas haciéndome un favor, yo debería de haber sabido que tú sentías algo por mi. Debería de haberme dado cuenta antes. No quiero ni imaginarme cómo tiene que ser que la persona a la que quieres te haga hacerte pasar por su novio de mentira, sólo para poder seguir viéndose con su novio. Te he puesto en una situación complicada. He aprendido la lección. Lo siento mucho Rubén, siento si te he confundido y no poder corresponderte, pero lo quiero a él y creo que no puedo ser mas clara al decirlo.
Verónica escuchaba la respiración agitada del joven al otro lado de la línea y no pudo hacer otra cosa que sentirse aún peor. Ella no era esa clase de persona que echase cosas en cara. No cuando tan sólo iba a conseguir hacer mas daño.
-Esto no es solo por ti Rubén. También es por mis padres, por todo lo que dijiste de Víctor y de David, por el miedo, por todo lo que ha cambiado mi vida, es por todo...no estés mal porque yo esté volviéndome loca. Hoy le he dicho algo horrible a mis padres. Es un cúmulo de cosas.
La respiración de Rubén al otro lado de la línea se tranquilizó un poco. El chico se tomó unos segundos para encontrar la fuerza para seguir hablando. Había querido cambiar todo de él cuando decidió cambiar físicamente y jamás había pensado que podía perderse a si mismo en el intento. No podía perder también a Verónica. Aunque tan sólo quisiese ser su amiga, eso le era suficiente si así ella seguía en su vida. Lo había intentado, había intentado que ella fuese algo mas, pero se había equivocado en las formas y lo asumía.
-Si te estuvieses volviendo loca no serías la primera en saberlo, serías la última en darte cuenta, si es que llegas a darte cuenta alguna vez. No estás loca Verónica. - trató de calmarla Rubén.- Ya verás como poco a poco todo va a mejor. Te pido de nuevo disculpas. No sabes lo estúpido que me siento ahora. Yo sólo quería...quiero...lo mejor para ti y eso conlleva que estés a salvo y seas feliz. Me agarré a un clavo ardiendo para conseguirlo.
Su voz sonaba triste y llorosa, pero aún así logró reconfortar a Verónica.
-Sigue contando conmigo para todo lo que necesites Vero, prometo que no volveré a ponerte en esta situación. Pídele disculpas a David de mi parte, pero tenía que intentarlo.
Verónica asintió con la cabeza para si misma y se tocó el flequillo. La imagen de David saliendo de un coche abandonado en aquel terreno de tierra se le vino a la cabeza. Habían sido los demás chicos quienes le habían pegado, pero habían obedecido las órdenes de David, y en cambio, era Ruben el que le pedía perdón a él. Verónica se enjugó una lágrima con una mano.
-Lo haré. Gracias por todo lo que has hecho antes de besarme Ru. No estés mal.
-Tranquila. Un...-pensó en decir un beso, pero cambió la palabra con voz triste.- un abrazo. Cuídate. Y necesites lo que necesites, recuerda que me tendrás siempre aquí.
Hola precios@s, espero que estéis bien. En nada os subo el siguiente. Un abrazo grande y gracias por leer.
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Fb: Sarah Mey libros
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CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)
Fiksi RemajaHISTORIA COMPLETA. Segunda parte de la saga ciudades y de #ciudaddeniebla antes #porsufuego. #1 en novela juvenil: 22/07/18-31/10/19 #1 en peligro: 3/8/18 #1 en amor juvenil: 8/8/18 #1 en misterio 26/11/18 #3 en aventura 12/09/18 David ya está de...