Capítulo 71

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La noche cayó con demasiada tranquilidad y demasiada lentitud para un grupo de jóvenes que jamás habían estado mas nerviosos en toda su vida. Era como si el reloj no avanzase y una hora durase mas de sesenta minutos. Tratando de no dejarse guiar por el miedo que sentía, uno de los jóvenes con cabello castaño ensortijado y ojos grises hizo una señal al resto. Había llegado el momento.

David cogió aire y aparentó tranquilidad. Él era el que debía de inspirar a los demás a estar tranquilos aunque el mismo fuese un manojo de nervios, y para ello, debía de ignorar todos los pensamientos negativos que se le venían a la cabeza. Si algo salía mal...todo recaería sobre él. Con seriedad vio como, por turnos, Cat, Jota y Marco lo miraban mientras se subían en un coche que acababa de robar. Fue recogiéndolos uno a uno en lugares distintos hasta que estuvieron todos. David era un líder, y todos los que estaban en el coche con él lo sabían. No sólo era un líder porque Maek lo hubiese nombrado así y porque tuviese subordinados, sino también porque su carácter era el de un líder. Y un líder fuerte capaz de empoderar a las demás personas y de cuidar de ellas. Aunque salir de su zona de confort nunca le había resultado tan difícil, y eso sólo significaba que estaba haciendo algo grande. A pesar de eso, a cada cambio de marcha que hacía y a cada kilómetro de velocidad que marcaba el velocímetro del coche se sentía más y mas pequeño. Y algo le decía que las demás personas que iban en aquel vehículo se sentían exactamente igual.

-En unas horas estaréis en Francia.-comentó mientras giraba por una calle y reducía un poco la velocidad.

Luego volvió a acelerar y siguió conduciendo con dirección a la antigua casa de Verónica.

-Estoy deseando llegar.-le respondió Cat tratando de alentar también al resto de chicos del coche.

Ella conocía a David y sabía que aunque no dijese nada él también necesitaba que los demás creyesen que su plan era posible. Al menos, cuando se trataba de un plan como aquel.

David la miró por el espejo retrovisor del centro y le guiñó un ojo. Cat se sintió orgullosa de que él hubiese apreciado aquel comentario y le devolvió el guiño sonriente. Estaba empezando a querer a David como un hermano en lugar de como un amor imposible. Un hermano, pensó, como ese que ella misma tenía cuando la raptaron y del que ya no era capaz de recordar su rostro. Dentro de ella, todo daba vueltas y vueltas en su cabeza, y se preguntaba si tendría alguna forma de contactar con él o de saber de él cuando estuviesen en Francia. También se preguntaba si estaría bien, si la había estado buscando, cómo se habría sentido, qué sería de su vida, ¿habría estudiado? ¿se habría casado y tendría sobrinos?. La mera idea de tener una bendición o un regalo tan grande como era un sobrino la hizo sentir feliz.

-Voy a probar pizzas francesas.-dijo de pronto Jota haciendo que todos riesen.

Y fue una risa que duro demasiado, como si estuviesen volcando todos sus nervios en ella. Jota y su afición por las pizzas. Una pena que la imagen de Eva no se le fuese de la cabeza tan rápido como cuando se trataba de las pizzas. Las pizzas podía comérselas, a Eva...era mas probable que acabase con un ojo morado si él tratase de darle un bocado. El chico sonrió al pensar en ella. No sabía por qué, pero seguía pensando en ella mas de lo que le gustaría, y cuando lo hacía, no podía evitar sonreír como un tonto.

CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora