Capítulo 84

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Salió de aquel lugar cuando estaba a punto de amanecer. A lo lejos divisó a un hombre en un tejado, estratégicamente colocado. David lo reconoció. Había trabajado con él en mas de una ocasión. Entrando en uno de los coches de Maek, el chico vio como metían a Pedro en una furgoneta en la que habían ido dos de los hombres de confianza.

Sean arrancó el coche en el que iban ellos, un Audi en color negro con los cristales tintados para otorgarles privacidad, y fue entonces cuando David sintió todas las miradas sobre él.

-Empieza a explicarme qué demonios ha pasado antes de que mate de una paliza Cobra.

La voz de Maek inundó el coche, aunque David seguía sintiendo como su jefe estaba demasiado tranquilo, y eso era capaz de asustarlo. Se preguntaba cómo iba a justificar la falta de Marco si Maek no lo había visto en la misma celda que él. Por unos segundos, David contempló la opción de tirarse del coche en marcha, pero se percató de que el seguro estaba echado. Sintiéndose preso de las circunstancias, trató de manejarlas lo mejor que pudo.

-Eso mismo quiero saber yo.-dijo enfadado y mirando a Maek con el ceño fruncido.- Nos estaban esperando. ¡Fue realizar el intercambio y nos hicieron una maldita redada!

Maek lo perforó con la mirada tanto que en el fondo David supo que ese hombre era consciente de que mentía. El coche giró con brusquedad en ese momento y el chico chocó su cuerpo contra el asiento de delante. Sin embargo, Maek, a pesar de no llevar el cinturón, a penas se movió.

-¿Qué estas queriendo decir?

Su voz fue tan lenta, tan fría, que erizó la piel de David.

-Digo que cómo cojones era posible que la policía supiese la hora y el lugar y qué era lo que iba a pasar. Alguien los avisó, y yo lo controlé todo hasta el último detalle. No lo entiendo.

Los tres hombres guardaron silencio. Abel iba en el asiento del copiloto, Sean conducía y Maek estaba al lado del chico.

-¡El intercambio debería de haber tenido lugar esta noche que viene, no la noche pasada Cobra, ¿por qué demonios la adelantaste?!

David le hizo un gesto amenazante a Sean, que fue quien habló a voz de grito queriendo buscarle aún más problemas. Fulminándolo con la mirada, el chico se defendió.

-El intercambio estaba previsto para ayer por la noche. Así fue y así lo hice.-respondió autoritario.

El chico evitó mencionar el nombre de Baref en un primer momento para no crear sospechas.

-¿Te crees que soy tonto Cobra?

La voz de su jefe le hizo dejar de mirar a Sean mientras éste daba otro volantazo.

-¡Te crees tú que estoy de coña! ¡Sólo obedecí las órdenes que me disteis!

CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora