David se acercó a un saco de boxeo y le dio un gancho lateral que hizo que el saco se moviese con fuerza mientras un sonido salía de los engranajes que lo sostenían en el techo.
-Lo primero que has de saber es cubrirte. Los boxeadores se cubren así.-le dijo David colocándose de la forma en la que quería que Verónica se cubriese y protegiendo su cabeza con las manos.-Tienes que hacer todo esto al mismo tiempo que has de mantener un espacio abierto entre ambos brazos con el que ver.
David le colocó las manos de forma que protegía toda su cara de posibles ataques.
-Has de saber adaptar esta posición de una manera muy rápida, así que quiero que practiques las veces que sean necesarias hasta que la interiorices.
Ella se mantuvo muy quieta. Sabía que no iba a poder adquirir aquella posición por ella misma.
-Vas a tener que dibujarme esta posición.
David rio, y se sacó un papel del otro bolsillo de su pantalón vaquero.
-Ya había pensado en eso.-le dijo entregándoselo con una sonrisa y poniéndose atractivamente serio después de eso.- Pero necesito que te lo tomes en serio, esto puede hacer la diferencia entre ganar o perder una pelea.
-Lo haré.-se apresuró a decir.
Verónica tenía intención de practicar e interiorizar hasta la saciedad todo lo que fuese necesario. Tomó el dibujo que David le había hecho y no pudo evitar quedarse perpleja al verlo. Había dibujado a la perfección aquella postura, y muchas otras que probablemente tenía intención de enseñarle durante esa noche. Su exquisita caligrafía se extendía por debajo de cada dibujo, explicando el nombre de la posición que tenía el dibujo y para que servía.
-Eres increíble.-comentó Verónica.
David trató de no sonreír, no le gustaba que aquella chica dibujase sonrisas en su boca cada vez que quería, como si él fuese el típico chico que sonreía por todo. Sin embargo no pudo evitar sonreír y dedicarle una mirada de las suyas, de esas que quemaban por dentro.
-Así es como tú me ves.-le respondió, y en su fuero interno por primera vez en toda su vida pensó que ojalá no dejase de hacerlo nunca-.
Ella volvió a colocarse en la posición que él le había enseñado, o al menos lo intentó. David colocó sus manos con paciencia, otra vez, y la ayudó a volver a adquirirla al menos las treinta veces que practicaron ese movimiento.
-Creo que lo he pillado.-dijo ella sintiendo como le dolían un poco los brazos de repetir tanto aquel movimiento.
Llevaba mas tiempo del que le gustaba sin practicar algún deporte. Antes nadaba todas las semanas, pero desde que su vida había cambiado no había tenido libertad, ganas, ni posibilidad de nadar en ningún lugar.
David enarcó una ceja y asintió, aunque pensaba que necesitaba repetir aquel movimiento muchas veces mas para que le saliese bien.
-Poco a poco.-comentó, mas bien para él mismo que para Verónica.- Bien, prosigamos.
Y avanzó hacia el saco de boxeo. Verónica se dio cuenta de que su aspecto era el de un profesor profesional, como si llevase entrenándose a si mismo tanto tiempo que le parecía fácil explicar los conceptos a otras personas.
-Veamos esos puños, ojos azules. Vamos, pégale al saco. Te diría que te imaginases a alguien que te cayese mal, pero dudo que eso funcione contigo.-sonrió encantador y fiero.- Así que, dale con todas tus fuerzas. Esta noche solo quiero que trabajes la rapidez, en las próximas sesiones voy a enseñarte a hacer llaves y a jugar con el cuerpo de la otra persona y a hacer que haga lo que tú quieras.
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CIUDAD DE BARRO© |TERMINADA| (2)
Novela JuvenilHISTORIA COMPLETA. Segunda parte de la saga ciudades y de #ciudaddeniebla antes #porsufuego. #1 en novela juvenil: 22/07/18-31/10/19 #1 en peligro: 3/8/18 #1 en amor juvenil: 8/8/18 #1 en misterio 26/11/18 #3 en aventura 12/09/18 David ya está de...