Capítulo 16

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Rhodey entró en el formal despacho sin llamar, esperando encontrar a Tony allí. Era curioso que de un tiempo a esa parte se la pasara por la cabeza mirar primero en su despacho antes que en el taller. Si en el pasado le hubieran intentado asociar a Tony con un adicto al trabajo, se habría reído a carcajadas. Tony adoraba crear sus juguetes en el taller, ¿pero el trabajo de oficina? ¿La burocracia? Y aunque siempre había deseado que su amigo sentara un poco la cabeza y se tomara las cosas más en serio, jamás se imaginó que finalmente lo haría tras vivir semejantes experiencias. A veces deseaba que Tony pudiera regresar a aquellos tiempos pícaros y despreocupados en los que se limitaba a seguir su inventiva y curiosidad, pero era perfectamente consciente que no se podía volver el tiempo atrás.

Cerró la puerta tras de sí, visualizando el despacho con mirada rápida en busca de Tony. Lo encontró recargado en su silla, con los codos apoyados en la mesa y el ceño fruncido, pero se sorprendió al descubrir que no estaba solo, sino que Pepper estaba a su lado.

—¿Pepper?

—Rhods —lo saludó Pepper con una sonrisa. Rodeó la mesa y se acercó a él para darle un abrazo—. Hacía mucho que no te veía, ¿cómo te encuentras?

—Bien, bien, mejorando poco a poco —Rhodey se separó de ella, contemplando las líneas tensas de su expresión. Tenía los ojos irritados y lucía cansada—. ¿Y tú? No nos veíamos desde la rueda de prensa...

Pepper asintió, caminando de vuelta al lado de Tony. Rhodey instintivamente la siguió.

—Sí, han pasado muchas cosas desde entonces. Pero todo va sobre ruedas en la compañía.

Rhodey dirigió su mirada a Tony, esperando una explicación que diera lugar a por qué la beta estaba en el complejo, pero él se mantuvo en silencio, como si apenas se hubiera dado cuenta de su entrada en la habitación. La expresión severa y confundida del omega solo le dio a entender que estaba pasando algo serio, como la presencia sorpresiva de Pepper le había hecho sospechar. Rhodey, intentando romper el raro silencio que se había formado entre ellos y llamar la atención de Tony, carraspeó.

—Y bien, Pepper, ¿qué te trae por aquí? De todos los sitios en los que esperaba verte, este era el último.

—Bueno... —murmuró Pepper, dirigiéndole una mirada a Tony, que por fin parecía estar prestando atención a la conversación. Parpadeó desorientado, realmente perplejo al no haberse dado cuenta de la presencia de Rhodey antes.

—Fui a buscarla en busca de consejo —explicó Tony al fin—, creo que fue más instintivo que otra cosa. Me puse excusas para visitar la torre, pensando en cosas que tenía que recoger del taller y que no había tenido oportunidad. Supongo que en el fondo sabía que si iba, me encontraría con ella. Al final —añadió con una sonrisa tenue y cansada—, ni fui a mi taller ni nada.

Con cansancio y todo, Tony al fin comenzó a dar señas de relajarse; sus hombros perdieron parte de la tensión y se hundieron en el mullido respaldo de su silla.

—Así que, ¿todo bien?

Pepper y Tony cruzaron una mirada, sonriendo sutilmente. Tony tomó su mano sobre la mesa y la agarró en una caricia cariñosa y fraternal. Rhodey contempló ese detalle con curiosidad. Tony, sin darse cuenta, estaba liberando hormonas omega que transmitían su tranquilidad, lo a gusto que estaba en compañía de la beta; sintió que, finalmente, las cosas estaban volviendo a ser como antes.

—La verdad es que cuando pasó todo lo que implicó celebrar aquella rueda de prensa, supe que tenía que estar al lado de Tony y ayudarle, enterrar el hacha de guerra y volver a los viejos tiempos. Así que intenté ayudarle en aquel momento.

Only a dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora