Capítulo 32

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—No sé de qué estás hablando —dijo Loki, tratando de deshacerse una vez más del agarre de Tony, pero éste no se lo permitió.

—Bien sabes de lo que estoy hablando. ¿Sabes? Siempre me pregunté cómo era que Rogers había sobrevivido. No solo al hielo, sino al impacto. Al estrellarse de esa forma contra el hielo, debería haber salido despedido de la cabina. ¡No hay cinturón de seguridad que soporte semejante esfuerzo! Al menos no uno de la edad de los Picapiedra —dijo Tony, mesándose la barba en un gesto rápido, con los ojos brillando—, pero la cosa cambia si él ya estaba congelado y seguro en el momento del impacto...

Loki resopló, clavándole una mirada furibunda. Tony no se dejó intimidar, estaba demasiado concentrado en todas las posibilidades que esa nueva hipótesis le presentaba. Lo que antes le había parecido —para su irritación y la de los pocos que le habían visto frustrarse con ese tema— un sinsentido, en ese momento cobraba al fin forma.

—Y si se trataba de tu hielo mágico, eso explicaría por qué era ilocalizable, ¡eso explicaría porque mi padre jamás logró encontrarle! Estoy seguro de que tenía escudos especiales que lo hicieron invisible para el mundo, invisible hasta que decidiste descongelarlo... No lo liberaste hasta...

—Hasta que llegó vuestro momento destinado —concluyó Freyja, sonriendo ante el mutismo furioso de Loki—. En los planes que originalmente plasmaron las Nornas, era en ese momento en que os ibais a conocer, en que vuestras vidas se iban a cruzar. Las circunstancias eran muy diferentes, por supuesto, pero era lo más cercano que mi precioso Loki pudo conseguir.

Freyja se acercó nuevamente a él y la acarició la mejilla con mimo. Loki lucía incómodo y vulnerable a ojos de Tony.

Loki odiaba sentirse expuesto y en aquel momento parecía que sus defensas, en lugar de muros, se habían convertido en cristales frágiles y transparentes. Como siempre sucedía cuando estaba en compañía de Freyja o de Frigga. No era que le agradara sentirse débil, pero ante ellas dos se permitía bajar la cabeza. Pero detestaba con toda su alma que Tony también fuera testigo de eso y que comprobara el impacto que esa revelación le suponía ante el agarre de su mano. Sin embargo, Tony no era plenamente consciente de esa muestra de cariño inocente.

Como si se tratara de una película, Tony vio tras sus párpados todos los momentos que había compartido con Steve desde que ayudó al pirata con su despertar. Pasaron a cámara rápida, ensordecido sus oídos al mezclarse unos recuerdos con otros. Aunque recordar fue doloroso, ya fuera porque algunos recuerdos aún eran heridas en su pecho o porque otros eran tan hermosos que le lastimaba que solo fueran cosa del pasado, ser consciente de todos esos momentos que albergaba con Steve le produjo una emoción cálida y reconfortante en el pecho. Y todo se debía al hombre que estaba frente a él.

Lo miró a los ojos, clavando su mirada castaña en los ojos verdes de Loki, que aunque se mantenía impasible, por dentro estaba ansioso ante su mirada penetrante.

Tony tiró de él a partir de sus manos agarradas, obligándolo a dar un par de pasos adelante y acercársele. Si no lo hubiera tomado por sorpresa, Loki habría plantado con fuerza los pies en el suelo para impedir que lo dirigiera como una muñeca.

Tony lo abrazó, colocando su mano libre en su espalda, y apoyó su frente en su hombro. Loki se envaró ante el abrazo repentino, pero eso solo sirvió para que Tony reforzara aún más el abrazo y sonriera divertido.

—Gracias, gracias por traerlo hasta mí.

Loki resopló una vez más, pero aprovechó que Tony no podía verlo para hacer un amago de sonrisa que no pudo contener. Freyja lo vio y lo miró divertida, pero no comentó nada. Ella sabía mejor que nadie que, aunque cubierto de espinas, el corazón de su querido omega prime Loki era hermoso y gentil. Que hubiera logrado mantenerse así, pese al terreno hostil que debía haber sido para Loki el trono de Asgard al comprender cuál era su papel, Freyja era consciente que tenía que agradecérselo a su hermana Frigga. En su momento, a Freyja le había parecido una mala broma de las Nornas el hecho de que tuviera que compartir a dos de sus hijos con su hermana, pero, con el pasar de los años, había comprendido que todo tenía un propósito y no podía estar más agradecida con todo lo hecho por Frigga ante su pequeño Loki.

Only a dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora